La compañía afirma que quiere evitar la saturación del servicio y promover que los usuarios utilicen la app de Mi Vodafone.
Vodafone comenzó a cobrar hace unos días a sus clientes determinadas consultas hechas al servicio de atención al cliente. Consultar el pin o el puk, solicitar duplicados o cambiar el número de cuenta bancaria implican ya un cargo de 2,5 euros en la factura del usuario siempre y cuando tenga que intervenir un operador.
Con este movimiento, la compañía británica pretende evitar la saturación del servicio y promover que los usuarios utilicen los canales de autogestión, como el canal de internet o la app de Mi Vodafone para que realicen sus propias gestiones sin ‘molestar’ a un trabajador. Incluso el usuario podrá seguir resolviendo dudas llamando al 123 de forma gratuita si no solicita la asistencia de una persona.
Además la compañía justifica que con esta medida evitan que el usuario tenga que esperar varios minutos al teléfono para ser atendido, aunque la realidad es que detrás de todo esto hay un ahorro de personal y de costes para la operadora.
Los sindicatos por su parte denuncian precisamente esto último, ya que hay un perjuicio para el usuario pero también para los trabajadores, que ya de por sí forman parte de un sector, el de los teleoperadores, muy precarizado.
La medida será comunicada a los clientes por un aviso en las facturas, ya que en ningún sitio ha sido publicitada.
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