¿Estás buscando perder peso sin renunciar a los pequeños placeres de la vida? Pues toma buena nota de esta recomendación porque parece que hay una clara relación entre perder peso y beber vino antes de irse a dormir. Te lo contamos.
Pues bien, según un estudio realizado por la Universidad de Hardvard y la Universidad de Washington, las personas que beben dos copas de vino por la noche tienen un 70% menos de probabilidades de aumentar de peso. Al parecer, el vino actúa como un agente que previene la obesidad así como los problemas cardiacos, sin ir más lejos, que de ella se derivan.
Eso sí, claro está que el vino no hace milagros y que esta recomendación ha de ir asociada a una dieta equilibrada y sana, alejada de las grasas y los azúcares. Así junto con ejercicio el vino sí puede actuar de tal modo que prevenga que se aumente de peso.
Gracias al resveratrol que contiene esta bebida se frena a las células que permiten la acumulación de grasa durante el cuerpo y si se ingiere el vino durante la noche se conseguirá quemar grasa en lugar de producirla como suele ser habitual al no tener ya el cuerpo actividad física.