Se acerca el verano (para aquellos que estamos en el hemisferio norte, claro): temporada de barbacoas, donde las hamburguesas son uno de los platos preferidos. Sin embargo, de acuerdo con un informe reciente, es posible que desees tener un poco más de calma a la hora de comer más hamburguesas (tanto de carne como vegetales) a no ser que seas un fanático de la carne de… rata.
La compañía de análisis alimenticios Clear Labs, con sede en Estados Unidos, ha llevado a cabo una investigación independiente donde analizó 258 muestras de hamburguesas de más de 100 minoristas diferentes y cadenas de comida rápida durante dos años. En este número se incluyó carne picada, hamburguesas congeladas, hamburguesas precocinadas y hamburguesas vegetarianas.
En total, casi el 14% de las muestras tenía problemas higiénicos, contaminación patógena e ingredientes etiquetados erróneamente.
El mayor problema encontrado por el estudio fueron los ingredientes etiquetados de forma errónea. Al contrario de lo que se mostraba, el análisis encontró carne de vacuno en cinco hamburguesas que no tenían que llevarlo, pollo en cuatro muestras, pavo en tres muestras, carne de cerdo en tres muestras, centeno en dos muestras, y una alcachofa de Jerusalén en una muestra. Incluso encontraron que una hamburguesa de frijoles negros no tenían absolutamente nada de ellos.
Si bien esto plantea muchas dudas a ciertas personas que controlan estrictamente su dieta (ya sea por salud o por cultura), el estudio señaló que esto muestra una fuerte señal de alarma de que hay “graves deficiencias” en la cadena de suministro para muchas marcas. En esencia, no tenemos idea de lo que pasa con nuestros alimentos, y nadie puede considerarse el responsable.
Once de los productos, más de un 4%, contenían ADN patógenos, incluyendo bacterias y virus que pueden causar gastroenteritis e incluso síntomas similares a la tuberculosis. Si cocinas dicha hamburguesa puedes eliminar la mayoría de los agentes externos, pero los investigadores están preocupados por el hecho de que cuatro de estos productos se encontraron en hamburguesas vegetarianas.
Pero aquí no acaba la cosa. Una de ls muestras contenía ADN humano, aunque los investigadores dicen que, probablemente, provenía de un cabello, piel o uñas que se colaron en el proceso de fabricación. También se encontró ADN de ratas en tres muestras, una de las cuales eran, también, vegetarianas. El estudio agregó que es poco probable que cualquiera de estos ADN añadidos sean perjudiciales para la salud, sino que más bien dicho esto informa de una mala calidad de la comida.
Como conclusión final, y aunque tal vez resulte sorprendente, las hamburguesas vegetarianas estuvieron peor valoradas que las de carne; mientras que el 13,6% de todas las muestras mostraban “algún tipo de discrepancia entre el producto y la etiqueta”, esta cifra se disparaba al 23,6% para las hamburguesas vegetarianas. Dos de las hamburguesas vegetarianas, de hecho, contenían carne.
El estudio no señala ninguna marca o restaurante en particular; sin embargo, quieren concienciar tanto a la población como a los productores de comida, para mejorar tanto la calidad sanitaria como de sabor.
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