Ingredientes para cuatro personas:
2 Cuartos de cordero lechal
Manteca de cerdo
Agua
Sal
Majado con:
3 de ajos
Una pizca de sal gorda
1 Poco de vinagre
Elaboracion del codero laechal asado.
La carne del cordero lechal, llamado también lechazo, es blanca y tierna ya que es un animal de unos 25 o 30 días de vida. Por eso este plato es tan delicioso y sólo necesita de un buen producto, nada de especias que “escondan” su sabor.
El lechazo o lechal puede pesar en canal 6 o 7 kilos, así que 2 cuartos pesarán sobre los 3 kilos y medio. Tendremos por tanto, una pierna, un costillar y media cabeza o asadura (las vísceras, corazón, hígado, etc.) eso a gusto del consumidor.
Cuando vayamos a comprar el cordero lechal le pedimos al carnicero que nos le practique unos cortes para que su asado y degustación posterior sea más jugosa.
En casa le untamos la piel con un poco de manteca y sazonamos, si no dispones de manteca de cerdo puedes hacerlo con aceite de oliva. Lo que buscamos es que la piel se haga “costra”.
Colocamos los cuartos y la media cabeza (si quieres), en una cazuela de barro ovalada (si tienes) o si no en la bandeja del horno. Añadimos un vaso grande de agua.
Lo introducimos en el horno, previamente precalentado a 180º, hora y media más o menos.
A mitad del asado, preparamos el majado en un mortero con los ajos pelados, una pizca de sal gorda y un chorro (no muy grande) de vinagre, sacamos la cazuela del horno, damos la vuelta al lechazo, echamos un poco de caldo del asado en el mortero, removemos y se lo repartimos por encima de la carne de cordero, si fuera necesario, añadimos un poco más de agua al asado. Volvemos a introducir la cazuela al horno y dejamos que se termine de hacer.
Al final la carne tiene que quedar tostada por fuera y muy jugosa por dentro con salsa en el fondo de la cazuela o fuente.
Con el lechazo o cordero lechal asado no se ponen patatas como acompañamiento, una simple ensalada de lechuga, tomate y cebolla harán que degustemos una deliciosa carne en todo su esplendor.
No pongas entrantes antes del asado, una botella de vino tinto y un buen pan o torta de aceite son el perfecto acompañamiento de este menú tan castellano