Una bala perdida fué a parar al pecho de Xio, un rictus amargo se pudo percibir en su cuerpo lleno de sangre, pero una sola bala no era suficiente para desestabilizar ese alma errante. "Tranquila", le dijo Sve al verla en el suelo herida, "de cosas peores has salido". Sin embargo, esta vez todo era distinto, ¿cómo has hecho la estupidez esta, pregunto Chachote?. "Era mi obligación", dijo Xio. Cuando todo parecía estar acabado para Xio apareció el brujo Lampinor y erigió un hechizo: ¡Sana, paladín de la equidad!, produciéndose rápidamente la transformación de la muerte a la vida, aquello se salía de lo que los allí presentes entendían, pero una vez más la brujería superaba a la muerte y la magia negra comandaba por esos lares, como el amigo Nikolovsky, conquistaba todo territorio del sur de Urinea y la parte norte del valle de Sanabristán. De pronto, Xio se levanto tambaleándose aun por causa de las graves heridas que tenía por todo su hermoso cuerpo, el brillo de sus ojos deslumbró a los allí presentes, y empezaron a mirarse con asombro los unos a los otros como si no lo hubieran visto antes semejante demostración de poder destructor, mientras tanto, cuando Xio se incorporo murmurando,estoy cansada de tantos desatinos, volvamos a la senda de la paz, nada mas lejos de la realidad porque descubrió una tradición inesperada, no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, no se hubiera nunca imaginado que aquella noche 4 de Noviembre, sus más allegados, sus amigos, aquellos por los que daría apenas unos centavos y chelines, iban a ser quienes le sacarían de sus dudas sobre el significado de aquel jeroglífico, pero la solución no iba a llegar pronto, había que descifrar las trampas que habían preparado los sectarios de Benzemak, menudo pájaro era el tipo, pensaba salirse con la suya, delinquiendo por todas partes, sin pensar que un día tendría que abandonar ese mundo oscuro dirigido por Florentinosky. Todo cambiaría el día que alguien consiga que Xio se olvide de su sangriento pasado, donde el dolor y la sangre dominaban su ajetreada vida desde que su padre puso en sus manos aquellas armas heredadas del malvado Sve, quien siempre quiso apoderarse de las riquezas Chabarowsk,su avaricia no tenia limites, declaró la independencia de su alma y el exilio de aquellos que no quisieron compartir sus ideales,mas no le apoyaron y se retiró a meditar. La noche había llegado y con ella las traiciones de los mas allegados a la confederación, amigos del general Chachote, iniciaron una sangrienta batalla donde fueron cayendo todos los seguidores de tan espeluznante caballero: "estoy cansada de tanta guerra". Proclamó aquel soleado día sureño, Xio con mucho pesar. Pero el siguiente amanecer trajo consigo nuevos sinsabores, el pensar que el apuesto caballero Nikolosky iba a contrariar a todos sus conocidos y amigos y que más tarde le supondría una tortura emocional, no estaba dispuesta a consentir tal desatino. Así, sin mas se dirigió a él y le besó fuertemente en la boca, lo que le generó una sensación de desconcierto a los allí presentes. "Puta suerte tengo", exclamó Sve, ¿porque no podré tener las divinidades a mi favor para que al menos pueda estar convencido de que hice lo correcto? Había muchas cosas adversas, últimamente todo le salia mal, pero nunca hubiera imaginado que sería tan fácil, tan sencillo, solucionar las adversidades que se le presentaban ante sus ojos, aquello era una tontería de noveles. Sve, se puso en camino, y sabía que antes del anochecer tenia que estar al otro lado del planeta, el problema era como llegar a kathmandu cruzando todo el vasto, extenso y mortífero desierto, sin apenas comida y agua, deseando morder un espetec tarradellas, pero de los buenos.
Atardecía cuando en la lejanía divisó una sombra difuminada por el sol y resplandeciente como un faro que da esperanza a los barcos en noche cerrada, con la luz guía a los marinos perdidos en la oscuridad del inmenso mar hacia llegar a tomar tierra, una tierra que les cobije de la tempestad, aquella sombra le atenazaba la mente como si fuera una mordaza maligna, su corazón dio un brinco cuando vio a parecer a Xio, desorientada y magullada por todas partes, como si hubiera peleado con su peor enemigo, habia sido victima de una cruel emboscada por los sicarios del malvado tirano Florentinisch que no permitia que nadie se le enfrentara, porque consideraba que la guerra sucia no era digna de su persona, el era un ser superior y agraciado con una melena larga y brillante, oscura como el futuro de Beniteznov, quien en su día fue el elegido para llevar las legiones más allá de las montañas del monte Sinaí y al final la cagó alineando a soldados heridos dando ventaja a su enemigo, que no tardó en replicar con tacones lejanos lo que hacía presagiar un agravamiento de la situacion y por consiguiente, nunca llegaría a obtener uno de sus preciados tesoros, la copa del Rey se esfumo. "Cansinos sois", dijo Florentinisch con mala sombra.
Cuando todo parecía acabado, una mano negra empezó a mover el mecanismo del poder para esconder las evidencias, pero nunca pensó que todo estaba registrado, había que moverse rápido si lo que pretendía era poder alcanzar el éxito en batalla no podía perder un minuto, ya que el enemigo no tenía escrúpulos en utilizar todos sus poderes y articulaciones al otro lado del muro de Chabarowsk,la ciudad dormitaba cuando llego un oscuro caballero con antifaz, quien sin mediar palabra, empezó a repartir leña a cascoporro a quien se cruzaba en su camino, sin preguntar ni qué, ni como, mataba todo ser viviente que osara mirarlo y con un sólo cerrar y abrir de ojos era capaz de fulminar a los rapaces y buitres carroñeros que intentaban inmiscuirse en su camino.
Todo parecía perfecto, pero jamás había que menospreciar a nadie, las impresiones parecían confusas y así quedó demostrado con la súbita aparición entre la multitud de un soldado clon. Éste sin más, asestó una estocada traicionera por la espalda de tal magnitud, que cortó la verdadera sed de venganza que reinaba en sus pensamientos más atroces, pero no había terminado tan cruento acto, ahora le tocaba terminar con lo que había empezado, conseguir el manuscrito para la orden Jedi. Comenzó a atraer a la masa ingente de sus seguidores con palabras que nadie escucho ni nadie tuvo a bien agradecerle, pero nunca se daba por vencido y volvió a la carga, tenia que conseguir llamar la atención de todos. Al atardecer el sol caía sobre la llanura y los lobos empezaban a asomar por entre los matorrales buscando sed de sangre, entre todos ellos destacaba el gran Luchokan, quien junto a todo su regimiento, apareció con aparente cautela. La noche se presento lluviosa y una dama sigilosamente se acercaba mientras susurraba una canción que ponía los pelos de punta, pero eso iba a ser lo de menos, lo peor es que andaría susurrando palabras amenazantes a los allí reunidos, algunos la miraron con rabia, pero sabían que sin lugar a duda era un peligro constante estar alli merodeando esperando su momento la muerte, que acechaba ansiosa por cobrar más vidas para aumentar su temible ejercito salido de las entrañas de la tierra Sanabresa, el gran jefe Dayoli mandó sentarse todos a la mesa. El festín estaba servido: "La música empezaba a sonar, y el ron a correr de vaso en vaso, humo denso que ocultaba las reales intenciones que circulaban por su cabeza, aniquilar a todos los presentes y gobernar todo aquel continente bajo su yugo y esperar a que nadie más pudiera entrar con sus tropas y destruir lo conseguido por él. En algún lugar del mundo se estaba tramando algo inusual, algo que haría cambiar el rumbo de los seres humanos, pero una vez más la ambición de Florentinisch hacía más difícil la subsistencia de todo aquel que se opusiera a un dictador como él. Pero Xio no se dejaba manipular por nada ni por nadie, entonces comenzó a pensar en que una buena estrategia seria lo mas conveniente, no se podía relajar, debería aliarse momentáneamente con la gente de las llanuras del norte, pero con cuidado puesto que son gente traicionera, que no iban a permitir que una extranjera tomara el mando y la posesión de la vara de mando de Chepalanov, quien junto a su gato Capanok solia salir a pasear a diario por las intrincadas calles de Chabarowsk, conspirando para tratar de desbancar a todo poderoso ansioso por querer que nadie mandara, solo el tenía la energía suficiente para conseguir aquello que se había propuesto. El horizonte se hacía cada vez más inalcanzable pero Xio seguía en su cabezonería, cruzaría aquella montaña y seguiría adelante en su cruzada, haría lo que fuera necesario para poder ganar la batalla no podía consentir seguir bajo la presión de tener que obedecer las ordenes de quien no habia demostrado nada mas que una absurda capacidad de estropear todo lo que tenía bajo su mando. No obstante, lo que mas anhelaba era que Nikolovsky y Sve pudieran mantener su amistad para conseguir reunirse un dia con ellos en la endiablada montaña tenebrosa, pero una vez más, algo iba a cambiar el destino, parecía que los dioses no conseguían que el poder de tan magna luminosidad se consolidase. El anciano pichonek predijo que Nikolovsky llegaría a ser Comandante en jefe de las ordas turcas, su yerno era un poderoso lugarteniente de la hacienda Heights la mas rica de la zona de Sanabristan norte. Pero sin saberlo, habían despertado su sed de venganza, no habria sitio donde esconderse ni donde poder vivir tranquilamente en ninguno de los rincones que rodeaban el territorio de los dunga-bunga feroces y temidos lobos, con armadura y capa al viento color púrpura con manchas de sangre de sus matanzas nocturnas no respetaban nada que se le pusiera entre sus manos, apuntaba sin mirar a todo lo que tenía delante y si se terciaba,y alguno quedaba con vida le asestaba una fría puñalada en la mejilla, hasta atravesar con el cuchillo la cara, dejando marcado con su señal para que todos supieran quien era y hacerse respetar entre los temibles hombres de la noche. Sin embargo, los hechos le empezaron a dar la razón, la necesidad de venganza hizo que no tuviera piedad ni escrúpulos, aniquiló a todo aquel que se cruzó en su camino hacia la tierra que iba a darle lo que siempre quiso tener en su poder, el toisón dorado de los mares del norte, hacía que todo fuera más difícil ya que los subditos no cesaban, la rebelión era inminente, solo faltaba que el líder diera la orden de avance sobre las líneas separatistas, pero cuando todo parecía que estaba dispuesto, se unió a los poderes de la rebelión, y así pudieron conseguir que las ordas comandadas por el coronel Pablosvsky perecieran en su intento, pero cuando todos parecía resuelto, apareció de entre las tinieblas una figura que hizo estremecer a todos los allí presentes, era Sermoux, un caballero oscuro, señor del mal y del averno, cruel y despiadado, asesino de intelectos y destructor de el gran Chepa, quien había logrado conquistar todas las tierrras baldías del confín del universo. Desgraciadamente, apareció el gran Messiansky, quien no tuvo piedad de sus tropas y las fue haciendo cada vez más temibles, arrasando por doquier, venciendo a todos los que osan enfrentarse a su colosal ejercito de despiadados, que no dejan nada al azar, cada golpe que asestan produce miles de víctimas, pero nunca se podrían imaginar cómo Xío iba a reaccionar de la forma en que lo hizo, se desnudo y alzó su espada mientras gritaba: "Jamás podréis ver nada como esto", y mostró su vagina a todos los allí presentes, sin embargo, cuando todo parecía calmado, apareció un pene enorme que llegaba desde lo más profundo de sus entrañas, y empezó a moverlo lanzado semen. La oscuridad llegaba, las tropas empezaban a desvariar, reconducir todo era prácticamente imposible, pero cuando despertaron vieron que estaban hechizados por el mago de Sion, poderoso hechicero capaz de dominar las almas más oscuras y devolver la vida a los que antaño le siguieron a conquistar los reinos mas lejanos. El conjuro se rompía si Nikolovsky, Chepa y Chachote cruzaban entre sí miradas afiladas y sucumbían ante el mejor ejercito que se habia visto en la historia. Pero, no contaban con su astucia, muy inteligentes los tres, pero cuando vieron lo que se divisaba sobre lo mas alto de la colina sus caras cambiaron repentinamente, sabían que esta vez perderían la batalla, mejor salir de puntillas sin hacer ruido y esperar a que nadie le eche en falta, huir es de cobardes, por lo que dirán de ellos mejor eso que permanecer en constante estado de ansiedad, pero tan pronto vieron su superioridad ante el enemigo decidieron ocultarse y no seguir intentando algo realmente descabellado, eso iba a hacer que al menos siguieran con vida y vieran de lejos lo que estaba sucediendo en la comarca. Pensaba cómo dar un buen banquete a todos los camaradas de la lucha satelital, para lo cual hizo llamar al general Alopez el cual se encargaría de hablar con Nikolovsky y entablar las bases del nuevo gobierno, pero al amanecer del tercer día, despertó con una resaca de mil demonios, pero eso no hizo que se echara atrás en sus intenciones y propuso un plan tan innovador que nadie jamás podría haberlo imaginado, era tan horrible el efecto que hacia sobre sus adversarios que creo un temor entre ellos,ninguno se atrevia a mirarle a los ojos, parecían dos pipiolos que sentían pudor por lo que estaban contemplando en sus retinas. La tarde era fría, el cielo estaba nublado, nieve en la montaña Sanabresa, la imagen parecia una postal sacada de la peor pesadilla, pero nada más lejos de la realidad aquella imagen imponía más que la presencia de Cronan dios del tiempo mortal que idolatraban los colonos de la bonita ciudad de Puebla, en México, donde lo veneraban. El hielo dominaba los campos de aquel maravilloso lugar, todo parecía tranquilo, sosegado, pero de repente se produjo un temblor como si de repente fuera a explotar el mundo, sin previo aviso surgió de la nada una gran estampida de orcos provenientes de la torre norte, armados y con los esclavos haciendo de escudo humano.
Todo parecía que llegaba a su fin, tanto luchar para que al final siempre pierda el mismo ejercito de valientes, con el manuscrito entre manos se armaron de valor para hacer frente al gran enemigo del mundo, la envidia la servían en platos grandes y la traición empezaba a salir por todos los rincones del aterrador salón. Sin embargo, cuando la confrontación parecía inevitable, surgió el Messias entre los caidos y empezó a repartir estacazos a cuantos se le ponían por delante. Fue una masacre.
La mente de Xío trabajaba sin parar, siempre tenía ideas, pero esta vez, nada iba a descubrir la trama que Florentinosky, Nikolovsky y Chachote intentaban poner en practica,nadie debía enterarse de su plan, pero el