Una bala perdida fué a parar al pecho de Xio, un rictus amargo se pudo percibir en su cuerpo lleno de sangre, pero una sola bala no era suficiente para desestabilizar ese alma errante. "Tranquila", le dijo Sve al verla en el suelo herida, "de cosas peores has salido". Sin embargo, esta vez todo era distinto, ¿cómo has hecho la estupidez esta, pregunto Chachote?. "Era mi obligación", dijo Xio. Cuando todo parecía estar acabado para Xio apareció el brujo Lampinor y erigió un hechizo: ¡Sana, paladín de la equidad!, produciéndose rápidamente la transformación de la muerte a la vida, aquello se salía de lo que los allí presentes entendían, pero una vez más la brujería superaba a la muerte y la magia negra comandaba por esos lares, como el amigo Nikolovsky, conquistaba todo territorio del sur de Urinea y la parte norte del valle de Sanabristán. De pronto, Xio se levanto tambaleandose aun por causa de las graves heridas que tenía por todo su hermoso cuerpo, el brillo de sus ojos deslumbró a los allí presentes, y empezaron a mirarse con asombro los unos a los otros como si no lo hubieran visto antes semejante demostración de poder destructor, mientras tanto, cuando Xio se incorporo murmurando,estoy cansada de tantos desatinos, volvamos a la senda de la paz, nada mas lejos de la realidad porque descubrió una tradición inesperada, no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, no se hubiera nunca imaginado que aquella noche 4 de Noviembre, sus más allegados, sus amigos, aquellos por los que daria apenas unos centavos y chelines, iban a ser quienes le sacarían de sus dudas sobre el significado de aquel jeroglífico, pero la solución no iba a llegar pronto, había que