Una bala perdida fué a parar al pecho de Xio, un rictus amargo se pudo percibir en su cuerpo lleno de sangre, pero una sola bala no era suficiente para desestabilizar ese alma errante. "Tranquila", le dijo Sve al verla en el suelo herida, "de cosas peores has salido". Sin embargo, esta vez todo era distinto, ¿cómo has hecho la estupidez esta, pregunto Chachote?. "Era mi obligación", dijo Xio.