Yo llevo conduciendo 30 años y nunca he estrenado coche. Siempre compré de 2ª pata. El caso es que nunca vi el coche mas que como algo que me lleva de un sitio a otro, no como muchos para los cuales es un signo de estatus. Por ello siempre he preferido pagarlos a tocateja y no meterme en plazos. Con una hipoteca dije Basta. El caso es que tampoco puedo servir mucho de ejemplo ya que yo me reparo la mayoría de mis averías. Le he hecho la culata a uno, a otro le cambié la caja de cambios entera por que se jod.. el sincronismo de la 2ª, a otro el embrague y eso que para hacerlo tuve que girar el motor, y digo girar por que lo suyo es sacarlo, pero como lo hice en la calle sin una pluma que me permitiera extraerlo, solté el motor completamente y con un madero gordo y haciendo palanca con un bloque de ladrillo prefabricado de esos grises grandes, apalancando desde el suelo lo giré poniendo la caja hacia arriba, con lo cual la saqué, le cambié el kit de embrague y lo volví a girar igual para ponerlo en su sitio. Dos días me tiré. Pero me ahorré 112.000 pelas de las 125.000 que me presupuestaron por hacerlo. En definitiva, para alguien que se arregla la mayoría de sus averías, tener un segunda mano es liberar pasta para poder gastarla en la mala vida.
De cualquier manera yo tengo buenos contactos y cuando necesito uno, me basta con una llamada y me buscan una buena oportunidad. Eso ayuda bastante. Es mas, el único que he tenido elegido para pasármelo bien, fué un Cherokee que he metido por sitios increibles. Me lo he pasado pipa con él y he sufrido lo mio para sacarlo de algún sitio en el que me he metido. Al final lo regalé. Tuvo una avería que no me vi capaz de arreglar y era cara. Así que como me pilló pelado y tenía mi coche titular aparte, se lo regalé a mi colega el que me busca los coches. El a su vez, que no quería mojarse con la reparación se lo regaló a uno de sus contactos que creo que todavía lo tiene para hacer el cabra. En definitiva. Para mi, coche nuevo es un no dormir, no vaya a ser que lo rallen, que empiece a hacer extraños la electrónica o que hay que cuidar y mimar. Un desperdicio, vamos.
Ahora que lo pienso, recuerdo cuando vivía en Carabanchel, unos vecinos del portal de al lado, que eran unos 8 en la familia viviendo en un piso de 55 metros, pero el cabeza de familia se pasaba los domingos por la mañana acicalando su BMW reluciente... siempre me pareció absurdo. Pero hay gente pa toó.