Duro varapalo del BCE al impuesto a la banca de Sánchez: insta a los bancos a repercutirlo al cliente
La institución dirigida por Lagarde exige estudiar si este gravamen mermará la concesión de créditos. Pese al demoledor informe, Moncloa rechaza alterar su hoja de ruta sobre el tributo mientras el PP pide que lo retire.
El Banco Central Europeo (BCE) considera que el impuesto español a la banca podría poner en peligro una transmisión fluida de las medidas de política monetaria a la economía en general si las entidades afectadas registran unos beneficios bajos o pérdidas en el momento en que se recaude de forma efectiva el gravamen, cuyo importe podría no ser proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito, según ha señalado la institución en un dictamen donde también apuesta por que el tributo sea repercutido a los clientes.
En su evaluación, el BCE recuerda en su texto las subidas de los tipos de interés, desde julio, en 200 puntos básicos. Los ingresos netos por intereses de los bancos suelen aumentar a medida que suben los tipos de interés. "No obstante, este efecto puede compensarse con un menor volumen de préstamos, por pérdidas en la cartera de valores y aumentos en las provisiones como consecuencia del deterioro de la calidad de la cartera de crédito", advierte el BCE.
En este sentido, el BCE señala que la materialización de riesgos a la baja en el entorno actual puede reducir de manera significativa la capacidad de pago de los deudores y, por lo tanto, el efecto neto de la normalización de la política monetaria sobre la rentabilidad de las entidades de crédito podría ser posiblemente menos positivo, o incluso negativo, en un horizonte temporal prolongado.
Por ello, defiende que, dado que la determinación de los destinatarios del gravamen temporal atiende a los ingresos totales por intereses y comisiones correspondientes a 2019, es posible que estas entidades registren unos beneficios bajos o pérdidas en el momento en que se recaude de forma efectiva el gravamen.
"Si la capacidad de las entidades de crédito para alcanzar posiciones de capital adecuadas se ve perjudicada, esto podría poner en peligro una transmisión fluida de las medidas de política monetaria a la economía en general a través de los bancos", advierte.
Asimismo, para el BCE la base sobre la que se establecería el gravamen temporal no tiene en cuenta todo el ciclo económico y no comprende, entre otros, los gastos de explotación ni el coste del riesgo de crédito, por lo que el importe del gravamen temporal "podría no ser proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito".
De este modo, como consecuencia de la aplicación general del gravamen temporal, las entidades de crédito que no se benefician necesariamente de las condiciones actuales del mercado "podrían ser menos capaces de absorber los posibles riesgos a la baja de una recesión económica".
Por otro lado, en opinión del BCE una disposición genérica que establezca que el gravamen temporal no puede trasladarse a los
clientes de las entidades de crédito "podría generar incertidumbre", así como riesgos operativos y de reputación conexos para dichas entidades.
A este respecto, el BCE recuerda que espera, en general, que las entidades de crédito, de conformidad con las buenas prácticas internacionales, tengan en cuenta y reflejen en los precios de los préstamos todos los costes pertinentes, incluidas las consideraciones fiscales, cuando proceda.
El BCE también resalta que "sería deseable una terminología más clara en el texto final sobre el criterio a la hora de determinar las entidades de crédito y financieras afectadas en aras de la seguridad jurídica".
Tampoco está clara, según el BCE, "cuál será la función de colaboración del Banco de España para garantizar el cumplimiento por parte de las entidades de crédito del requisito establecido en la proposición de ley de no trasladar el importe del gravamen temporal a sus clientes". Esta cuestión podría aclararse más, en particular, indicando que no equivale a encomendar ninguna tarea nueva al Banco de España.
El Gobierno rechaza hacer cambios
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha descartado que las observaciones del BCE sobre el impuesto a la banca en el que trabaja el Gobierno vayan implicar cambio alguno en sus planes o en el diseño del tributo.
"El informe en ningún momento plantea ni su paralización ni que no haya un impulso al gravamen", sino que plantea "recomendaciones generales" habituales en este tipo de dictámenes, ha dicho en declaraciones a la prensa en el Congreso, en las que ha defendido que lo que pide el BCE es prudencia a la hora de evaluar las consecuencias.
Montero, que ha dicho que fue el propio Gobierno el que pidió ese informe del BCE, ha defendido que el Ejecutivo obviamente ya ha evaluado las posibles consecuencias en los márgenes de las entidades bancarias y ha recordado que es temporal y que el texto establece que no se permitirá que el tributo se traslade a los clientes.
El PP exige retirar el impuesto
Por contra, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez retirar el impuesto a la banca y ha alertado del "alto riesgo" que supondría para la economía español que se "empeñe" en seguir adelante con esa medida.
En declaraciones a los periodistas en el Congreso, Gamarra ha señalado que este "contundente" informe del BCE evidencia que "gobernar desde el populismo y la improvisación tiene altos riesgos para la economía española". "Por tanto, lo que debiera hacer el Gobierno y los partidos del Gobierno es atender las indicaciones del BCE, no legislar de esta manera y retirar este impuesto", ha recalcado, para añadir que cualquier iniciativa que afecte al sistema financiero debe ir avalada con los informes preceptivos y acompañada de un análisis de los riesgos que puede conllevar.
Gamarra ha afirmado que son "gravísimos los riesgos de los que advierte el BCE" y sería "aún más grave" que, ante esa advertencia, el Ejecutivo "se empeñe en seguir hacia adelante" cuando puede "afectar a la economía". Así, ha avisado de que cabe la posibilidad de que "se anule el propio impuesto y haya que devolverlo". "Sin duda alguna lo que se necesita es un Gobierno serio y responsable, que legisle sin convertirse él mismo en un riesgo para la economía española", ha declarado la 'número dos' de Alberto Núñez Feijóo.
Al ser preguntada si uno de los riesgos es que se repercutan las comisiones a los clientes, Gamarra ha insistido en que el informe del BCE es "contundente" en relación con "los riesgos a la economía española". Así, ha dicho que hay riesgo de que ese impuesto se repercuta al cliente como ha venido denunciando el PP pero también "el riesgo que el impuesto puede tener sobre el propio sistema financiero". "El informe advierte de la necesidad de legislar de una manera exhaustiva y rigurosa, no desde el populismo y la improvisación", ha enfatizado.
Por eso, la también portavoz del Grupo Popular ha reiterado su llamamiento al Gobierno para que lo retire. "No se puede seguir hacia adelante con algo que ya tiene estas advertencias por parte del BCE como si no estuviera diciendo nada cuando las consecuencias pueden al final pagarlas la economía española y los ciudadanos con las comisiones que se repercutan, ha manifestado.
Según Gamarra, hay que legislar desde "la seriedad y el rigor" pero el Gobierno de Pedro Sánchez hace "lo contrario". "No se recuerdan precedentes de un informe tan contundente por parte del BCE en relación a una iniciativa que impulsa el propio Gobierno de España", ha finalizado.
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