Hace 30m
14:35
Aliado de Putin advierte que puede ocurrir una 'Tercera Guerra Mundial a gran escala'
Una característica de la guerra en Ucrania han sido las frecuentes declaraciones y advertencias emitidas por figuras destacadas del Kremlin sobre las perspectivas de un conflicto global y nuclear.
Tal vez el individuo más prolífico en emitir las amenazas apenas veladas pero cargadas de fatalidad ha sido Dmitry Medvedev, el expresidente ruso.
Aliado cercano de Vladimir Putin y ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, hizo sus últimas declaraciones durante un discurso en un maratón educativo en Moscú hoy.
“No puedo decir cuál es el colmo, cuál puede ser el desencadenante, pero puede suceder en algún momento”, dijo.
"Todos debemos trabajar para garantizar que esta amenaza de confrontación global, de una Tercera Guerra Mundial caliente y a gran escala no se materialice".
Insistió en que Rusia no deseaba que esto sucediera, pero agregó que la perspectiva de una guerra nuclear "aumentaba a diario".
Medvedev dijo que en su juventud él y sus amigos "solían hablar sobre la confrontación con Estados Unidos, sobre la confrontación entre el Pacto de Varsovia y la Alianza del Atlántico Norte".
“En aquel entonces parecía una especie de escenario hipotético, descabellado e imposible. Pero no puedo decir eso ahora, por muy triste que suene”, concluyó.
Tales advertencias han sido recibidas con escepticismo generalizado por parte de analistas y funcionarios de inteligencia militar en Occidente, quienes dicen que las declaraciones simplemente están diseñadas para disuadir a los aliados de Ucrania de una mayor participación en el conflicto, mientras se dirigen a una audiencia nacional.
De hecho, algunos expertos han sugerido que las posturas nucleares de las principales figuras del Kremlin, incluida la decisión de retirarse de los tratados clave con los EE. UU., enmascaran la disminución de las reservas de armas nucleares de Rusia.
Los funcionarios occidentales también han señalado que las declaraciones no van seguidas de ningún cambio perceptible en el posicionamiento de las armas nucleares de Rusia, que se esperaría antes de cualquier ataque.