Guerra de Ucrania: a pesar de toda su fanfarronería política, la invasión ha hecho añicos la ilusión de invencibilidad de Rusia
Existe una gran disparidad entre la bravuconería política de Rusia y su capacidad bélica real: su ilusión de invencibilidad se ha hecho añicos.
Sábado 4 de febrero de 2023 06:16, Reino Unido
Ucrania advierte que una gran ofensiva rusa es inminente y que los próximos meses serán cruciales para decidir el curso de la guerra.
Ya sea que esta precaución esté justificada o no, está claro que la invasión no ha ido según el plan y las tácticas militares arcaicas de Moscú han quedado al descubierto.
A pesar de que inicialmente ganó tracción, las fuerzas rusas se vieron obligadas a retroceder y sus esfuerzos por asegurar el control total de toda el área de Donbas en el este de Ucrania se estancaron.
Los rusos no habían anticipado el coraje y la determinación de la resistencia de Ucrania , ni el nivel duradero de apoyo militar occidental proporcionado.
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El ejército ruso ha sido gravemente mutilado y su fuerza aérea ha brillado por su ausencia.
A pesar de la impresionante variedad de capacidades militares de Rusia , que se muestra regularmente durante desfiles masivos, no ha podido traducir este equipo en capacidad para ganar batallas. Una combinación de corrupción sistémica, liderazgo autocrático y confianza en las tácticas militares del siglo XX había creado la ilusión de la invencibilidad rusa; esta ilusión se ha hecho añicos.
¿Qué sigue? Rusia puede generar más soldados a través de la movilización, pero la cantidad no es igual a la calidad. Aunque se habrán aprendido lecciones, las fuerzas rusas tienen las mismas armas y miles de reclutas sin experiencia, entonces, ¿cómo esperarán cambiar el rumbo?
El éxito en el campo de batalla moderno se basa en el trabajo en equipo: un enfoque de todas las armas. Rusia necesita que sus tanques, artillería, infantería, inteligencia y fuerza aérea operen de manera coherente (guerra del siglo XXI) donde la ventaja rusa de escala podría resultar decisiva.
La alternativa -arrojar a un número cada vez mayor de reclutas sin experiencia como carne de cañón con la vana esperanza de que prevalezcan las masas (guerra del siglo XX)- los hará cada vez más vulnerables a las armas de precisión de alta tecnología ucranianas; aunque Putin parece más preocupado por asegurar su lugar en la historia rusa que por el destino de sus reclutas.
Aunque los buques de guerra, los tanques y los jets rápidos proporcionan un disuasivo visual muy tangible y creíble, la medida decisiva de la capacidad bélica es cómo se emplean estos activos militares, lo que requiere un entrenamiento intensivo, individual y colectivo.
Es difícil, costoso y requiere mucho tiempo, pero el trabajo en equipo es vital para aprovechar las habilidades, la experiencia, las capacidades y la inteligencia de todos los activos disponibles para crear una capacidad decisiva. Los militares occidentales entrenan incansablemente en el entorno conjunto; Rusia claramente no lo hace.
Aunque la invasión rusa de Ucrania ha tenido, y seguirá teniendo, terribles consecuencias, ha servido para resaltar una enorme disparidad entre la bravuconería política de Rusia y su capacidad real de guerra.
Hace un año, Rusia se habría considerado militarmente un par cercano a los EE. UU.; cómo los acontecimientos han conspirado para exponer la dura verdad detrás de la retórica.