Amanecía un nuevo día y las dudas de Xio por más que meditaba, no le hacían tener claro cual era el camino que seguir, tomó la decición de sumergirse en aquellas aguas cristalinas del Lago de Sanabria, cuando de repente apareció Barcenote y sus sospechas se hicieron reales. Barcenote, sin mediar palabra, abrió un viejo pergamino en el cual apenas se distinguían las letras, ponía: "Aquél que descubra la paz espiritual vivirá para siempre, pero nunca podrá volver a casa, vagará errante toda la vida hasta perecer en el corazón de la estepa Sanabresa, tierra del general dayolok temible enemigo, que nadie quisiera tener como rival en ninguna parte, ingeniero de armas y proyectiles su mente perversa no paraba de pensar en devorar todo lo que surgía en su camino, se puso manos a la obra tenia que llegar hasta los confines de esas tierras y apoderarse de todo lo que se pusiera en su camino, para empezar a dominar a los que se opusieron a su reinado, cuando quiso empezar a cerrar la ofensiva se acordó de las palabras del viejo sabio, quien le enseñó a profundizar dentro de su mente y buscar la paz espiritual para sentir que aunque todo se vuelva gris y turbio siempre hay que levantarse y seguir luchando, la contienda continúa su marcha imparable hacia la libertad del ser humano en su constante camino, siempre sin mirar atras y lo aprendido del caminar tenia que ponerlo en practica. A lo lejos se veía el blasón con una parabólica apuntando hacia el más allá¿en que estaria pensando chachotek? Seguramente en un universo paralelo incitado por la gran cantidad de imagenes que venian a mostrarse en sus sueños y un ambiente de incertidumbre lo tenia siempre en un estado de inquietud, lo que provocaba delirios y dolores de cabeza,recordo en su infancia cuando aun jugaba con espadas de madera, que lo importante en la vida era ser fiel a los ideales y amigos.
Y así fueron pasando los días al mismo tiempo que Xío continuaba profundizando en sus recuerdos,imaginando que hubiera pasado si hubiera tomado otro camino distinto, si su destino no se encontrara en Sanabria, nunca podría encontrar el manuscrito ni tendría la posibilidad de descubrir quien sería el portador del Manuscrito. Sin embargo, su esperanza de encontrar el camino correcto le daba fuerzas para levantarse y seguir caminando en busca de aquello que tanto anhelaba y que le permitiría obtener lo que se había propuesto y que siempre había soñado. Ahora, sólo le hacía falta encontrar lo que verdaderamente quería obtener. Pero para ello, necesitaba un conocedor de la zona, alguien que supiera por donde llegar, le habían hablado de un tal Sve que con Nikolovsky y Dayolisky estaban siempre liandola. Pero sabía que serían los mejores compañeros de viaje que podía tener, para obtener el tan ansiado manuscrito que tanto les iba a mejorar la vuelta en su lejano Chabarowsk. No había nada que los demás no supieran, sin embargo Poloñok no lo iba a desvelar, pero Chachotesky con su vehemencia se decidió a contar los deseos de Xio que eran desplazarse hasta Candanchú para reunirse con su mentor y ofrecerle su apoyo en aquellos momentos tan complicados. Era tarea difícil, encontrar a Dasilviska era imprescindible, solamente él conocía toda la encrucijada de pasadizos secretos para llegar a la caverna mediática cuyo nombre "Hostal San Francisco" se vislumbraba desde lo lejos.
Con todo, Xío emprendió viaje, un trozo pequeño de pan, un pellejo de vino tinto, y la compañia de los lobos hicieron que su andadura fuese un poco más llevadera, aun a pesar de todo, la muerte del perro Bayron le afectó profundamente. ¡Adelante!, gritó. Sus tres amigos la siguieron, sabía que podía contar con ellos para intentar conseguir lo que nadie antes había intentado,entrar en las grutas subterráneas ocultas en los aledaños de las montañas de Sanabria a través del río Tera, caminaban pensativos sin hablar entre ellos, el paisaje tenebroso y el Lago de Sanabria al fondo, con sus aguas de los montes Sinaí, Vulcano y Candanchú, presagiaban una agradable y plácida balada, pero de repente una tromba de agua los obligo a salir con lo puesto, que no era mucho, pero tenían el pellejo de vino y la hogaza de pan. Desgraciadamente, en el horizonte se divisaban negros nubarrones que anunciaban un apagón digital de terriblesí, todo era muy confuso y a pesar de ello, Xio