Al cabo de un tiempo, Adan le dice a Dios:
- Dime, Dios, ¿por que hiciste a Eva tan agradable?
- Para que te encontrases a gusto con ella.
- Ah... y dime, ¿por que la hiciste tan bella y tan sexy?
- Para que te puedieses enamorar de ella.
- Ah... y dime, ¿por que la hiciste tan tonta?
- Para que ella tambien se pudiese enamorar de ti.