A un pueblo del Oeste, llega un forastero, este tras el largo viaje por el desierto decide entrar en el Saloon. Todavía no había pedido, que entra un vaquero gritando: ¡Que viene el trigüevido! ¡que viene el trigüevido!.
Al oír esto, todos clientes del establecimiento salen corriendo como balas. A esto, el forastero viendo el jaleo formado, pregunta a uno de los vaqueros que huían: ¿Qué pasa?
Y el que huye le responde: ¡que viene el trigüevido!.
A lo que el forastero responde: …¿y?
El vaquero dice: “Pues, que al que tenga tres huevos, le corta uno”.
El forastero responde: “Ah bueno!, como yo solo tengo dos, no tengo problema”.
Y el vaquero le dice: “El problema está en que primero corta, y luego, cuenta”.