Historia del Tomate: de venenoso a superalimento

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Historia del Tomate: de venenoso a superalimento

En las Excursiones escolares que promovemos desde «Mi Jardín Ibérico» una de nuestras paradas es el huerto donde explicamos la «historia del tomate»! Enseñamos y mostramos a los alumnos, adecuando el contenido a su edad, su origen y cómo cultivarlo y sus curiosidades. Aquí hablaremos un poquito de lo que hacemos para abrir el apetito…




Etimología
Lo primero es conocer su nombre científico, alguno lo sabe? Es «Lycopersicon escultelum» o «Solanum lycopersicum». Y que es una fruta de la familia de las solanáceas, una planta rastrera.  Etimológicamente  del latín Solanum por su relación de origen de un lugar soleado. Mientras que lycopersicon del griego lobo-persa por su parecido al melocotón desde China donde la leyenda dice que lo consumían para convertirse en hombre-lobo. Y Linneo así lo clasificó añadiendo escultelum = comestible.



Actualmente, se cultiva en todo el mundo pero llegó a Europa desde América, los bajos Andes (Chile, Perú y Ecuador), a través de los conquistadores españoles, los viajes de Cristóbal Colón. Ha vivido muchas vicisitudes hasta ser hoy casi imprescindible en las cocinas. Y es que la historia del tomate no puede ser más interesante. Sigue leyendo.

Historia del tomate
Los Aztecas


Fue cultivado o domesticado por primera vez por los Aztecas en México que lo conocían como «xictomatl» (fruto con ombligo). Eran pequeños y predominaban los amarillos. Derivando su nombre en España se quedó como «Tomate». En su variedad verde, algo ácida, fue consumido desde época prehispánica. A raíz de los españoles la variedad roja se propagó más por su apariencia y mayor durabilidad después de cosechado.

Por 1519, el cronista de Hernán Cortés , Bernal Díaz del Castillo, lo describió como un manjar con el que les obsequió el emperador Moctezuma a su llegada a la capital Tenochtitlan.

S. XVI

Comenzó a ser cosechado en España en el S. XVI al llegar a Sevilla alrededor de 1540. Y de ahí, viajó a Italia donde un herborista Mattioli hizo referencia al fruto amarillo, al ser los primeros que llegaron, como «mala aurea» (manzana de oro) . Mientras que un holandés lo describió como afrodisíaco que explicaría sus nombres según el país de «ponme d’amour» en Francia, «pomodoro» en Italia o «love apple» en Inglaterra.



A su llegada en realidad no tuvo buena acogida ya que se le considero venenoso y su uso fue únicamente ornamental. Todo se debió a que el farmacéutico y botánico Petrus Matthiolus lo catalogó como comestible pero en la familia de la Mandrágora, la cual era conocida por su toxicidad. La asociación se hizo rápidamente y nadie quiso consumir el tomate. Tuvo que ser el botánico Phillip Millar en 1731 quien le limpiase la reputación dándole su nombre científico que significa «comestible» en latín.

S. XVIII

Afortunadamente para la historia del tomate, eso cambió en el S. XVIII y se consideró como un ingrediente más en nuestras recetas culinarias. Siendo en 1692 cuando se publica por primera vez una receta de salsa de tomate al estilo español. Tras 200 años de su descubrimiento!! Ya nos vale…



Durante la época de la colonización, los europeos (principalmente españoles) lo introdujeron en Asia vía Filipinas.

Su consumo


Los tomates contienen un alto valor nutricional: vitamina C y folato. Su pigmento rojo licopeno tiene propiedades antioxidantes y puede ser anticancerígeno.

Su consumo puede disfrutarse en crudo en ensaladas o en formato salsa para pizzas, pastas, condimentos, … Si es en sofrito es ideal para guisos.  Y qué decir de nuestros gazpachos y salmorejos? La primera receta de sopa de tomate se le adjudica a Maria Parloa en 1872 (aunque se sospecha que la obtuvo de fuentes españolas). Siendo poco después, Joseph Campbell quien la hizo popular al venderla enlatada.



Cómo se reproduce

Puede ser por reproducción sexual o asexual. Al formar parte del grupo de las Angiospermas (plantas con flores) y poseer órganos masculinos y femeninos en sus flores. El estambre que contiene el polen se abre hacia el estilo. Cuando por efecto del viento, de un insecto,… el polen de una planta va a parar al estilo de otra planta ocurre la polinización. Si alcanza el ovario se produce la fecundación de los óvulos y tanto el fruto como las semillas que contenga comenzarán a desarrollarse.



Solemos aprovechar la parada para explicar las ventajas e inconvenientes de cada tipo de reproducción. La reproducción sexual implica que los descendientes presenta una variabilidad genética respecto a sus progenitores y son, digamos, plantas diferentes. Incluso entre las diferentes hijas que se desarrollen. Ideal para conseguir nuevas plantas evolucionadas resistentes a plagas, enfermedades y adaptadas a las condiciones del lugar.

Mientras que con la reproducción asexual lo que obtenemos son clones de los progenitores. Lo conseguimos a través de los esquejes.

Es fruta o verdura?


A lo largo de la historia del tomate ha sido fruta u hortaliza? Es una fruta como ya hemos dicho y la controversia viene desde los EEUU en 1887 cuando se aprobó una ley de impuestos a las hortalizas importadas pero no a las frutas. Por lo que todas las compañías que lo importaban argumentaron que era una fruta para su beneficio. Pero el gobierno alegó que al servirse en ensalada y no en postre que era una hortaliza así que les tocaba pagar.

Es tóxico o no?


Durante una época se le consideró tóxico y en realidad, sus hojas y el tallo contienen glicoalcaloides tóxicos, pero el fruto (el tomate) se puede consumir sin peligro.

Con lo que ya hemos explicado de confundirlo con la mandrágora se fortaleció su creencia tóxica porque durante la Edad Media, los aristócratas enfermaban y morían tras su consumo. Pero todo tiene su explicación. El problema era la vajilla! En esa época, estaban hechos de estaño, una aleación peltre que contiene plomo. Y como el tomate es ácido, si se junta con el estaño se producía una reacción química que provocaba la liberación del plomo lo que envenenaba al comensal. Como solo la nobleza podía permitirse este tipo de menaje pensaron que los asesinaban a través de este alimento por lo que decidieron no consumirlo más.



En EEUU donde no se consumía su promotor se dice que fue Thomas Jefferson, tercer presidente, quien cultivó y comió tomates. Llegó incluso a servirlos en la Casa del Presidente a sus invitados.