Un matrimonio maduro, decidió pasar unas vacaciones en Suiza.
Ya estando en la habitación del hotel, la mujer, emocionada, le dice al esposo:
- Mira qué hermoso ciervo que se ve por esa ventana.
- Querida, hay dos errores. Primero, que eso no es un ciervo sino una vaca. Y segundo, que eso no es una ventana, es un espejo.