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"Iglesias manda: veta a Guaidó, pacta el SMI e impone a Sánchez la reforma Penal "

Iniciado Por melli77, El día 26 de Enero de 2020, 09:41:38 09:41



Autor Tema: Iglesias manda: veta a Guaidó, pacta el SMI e impone a Sánchez la reforma Penal  (Leído 116 veces)

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Iglesias manda: veta a Guaidó, pacta el SMI e impone a Sánchez la reforma Penal y los pactos con ERC

La influencia del líder de Podemos, Pablo Iglesias, en el Gobierno eclipsa y complica el liderazgo de Pedro Sánchez dependiente de Torra y Junqueras

La negativa de Pedro Sánchez a recibir en La Moncloa a Juan Guaidó, a quien el Gobierno de España ha reconocido como Presidente encargado’ de Venezuela, el reciente incidente español en la embajada de Méjico en La Paz  (Bolivia), y la entrevista en el aeropuerto de Madrid del ministro Ábalos con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez -que tiene prohibido entrar en el territorio de la UE, demuestran la enorme influencia de Pablo Iglesias en el Gobierno de Pedro Sánchez y en la deriva ‘bolivariana’ de la política exterior española.

La que teóricamente dirige la inexperta y balbuceante ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que no sabe nada de diplomacia y se estrenó con mal pie en Marruecos (con discrepancias sobre las aguas del Sáhara) y que está provocando serias preocupaciones en la Unión Europea y en EE.UU.

Pero las presiones de Iglesias en favor de Nicolás Maduro y Evo Morales no acaban en la acción exterior de España, sino que se prolongan sobre otras políticas del Gobierno como ha sido: la subida del salario mínimo a 950 €. lo  que Iglesias se atribuye; la anunciada drástica reforma de la política laboral; y el ataque frontal del Gobierno de Sánchez a la Justicia, de la que Iglesias dijo que había sido ‘humillada’ por los tribunales europeos.

Argumento luego utilizado, falazmente, por Sánchez para justificar el indulto encubierto de Junqueras y los demás golpistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo, por la vía de una reforma del Código Penal destinada para rebajar las penas del delito de sedición y favorecer a los golpistas.

Y en definitiva al propio Sánchez e Iglesias para que ERC les apruebe los Presupuestos de 2020 antes del verano y el Gobierno de coalición logre tres años de legislatura.

Naturalmente, y aunque lo niega Iglesias está jugando un papel importante en las indecentes negociaciones del Gobierno con Junqueras, Puigdemont -que prepara un festival separatista en Periñán- y Torra con los que el líder de Podemos tiene una relación directa y ante los que se presenta como ‘el garante’ del Gobierno para el cumplimiento de las concesiones que Sánchez ha prometido a ERC.

Entre las que se incluye el próximo encuentro de Sánchez con el inhabilitado Torra y desposeído, por el Tribunal Supremo, de su escaño del Parlament que él se niega a entregar. Poniendo Torra en riesgo el procesamiento del presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, que puede incurrir en los delitos de desobediencia, prevaricación y usurpación de funciones públicas si no retira el escaño a un Torra que muy pronto será inhabilitado por el TS y deberá abandonar la Generalitat.

Desde donde Torra amenaza -de acuerdo con Puigdemont- con el adelanto de las elecciones catalanas. Lo que pondría en riesgo la presencia de Oriol Junqueras en esos comicios y en consecuencia los Presupuestos de 2020 y la legislatura. Salvo que Sánchez les conceda directa e inmediatamente los indultos a los golpistas. Lo que se convertiría en un gran escándalo nacional y abriría una grave crisis en el PSOE.

La que empieza a emerger con las duras críticas del presidente de Castilla La Mancha Emiliano García Page contra la reforma del Código Penal y de Felipe González contra el boicot de Sánchez a Guaidó.

Pablo Iglesias es, de momento, el que manda en el Gobierno de Sánchez y además públicamente se pone de perfil en la cuestión catalana -donde sin duda actúa en la oscuridad- para que el desgaste político de todo ello se lo lleve Sánchez de manera directa y personal.

¿Y la Oposición? Pues bramando y amenazando por parte de Pablo Casado de un sin fin de querellas contra Sánchez que, de ser ciertas, necesitarían de la aprobación mayoritaria del Congreso en el preceptivo suplicatorio de los tribunales a la Cámara, lo que la mayoría actual de Sánchez no consentirá.

Salvo que los partidos soberanistas catalanes y vascos decidan poner patas arriba las instituciones y la estabilidad de España, que sabido es que a ellos ‘les importa un comino’.

Momento en el que ERC y JxCAT volverían a poner en marcha una nueva declaración unilateral de la independencia de Cataluña, en la certeza de que Pablo Iglesias, que es el que manda, nunca iba a apoyar la aplicación del artículo 155 en Cataluña dejando en ese caso a Pedro Sánchez a solas con con el PP esa responsabilidad.

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