Tradicionalmente, las vías para acceder a Internet han sido a través de líneas fijas (cobre o fibra) o por redes móviles (como el 4G). A esas hay que sumarle también otras como la banda ancha inalámbrica, o las conexiones vía satélite. Estas últimas han tenido muchos problemas de cobertura, velocidad y sobre todo latencia debido al reducido número de satélites que usan para operar y por la forma de orientar las antenas. Eso empieza a cambiar en 2020 con la llegada de Starlink, la red de satélites de SpaceX para ofrecer Internet en todo el mundo.
Qué es Starlink: velocidad, latencia, cobertura y número de satélites
Starlink es una constelación de satélites que fue anunciada a principios de 2015. Su objetivo es muy claro: ofrecer Internet en todo el mundo a velocidades de hasta 1 Gbps con una latencia de 25 ms. Para conectarse será necesario instalar un simple receptor en el tejado que podrá seguir los satélites por el cielo para lograr la mejor cobertura en todo momento.
Los servicios vía satélite actuales son muy lentos porque apenas tienen unos pocos satélites ofreciendo señal, además de tener tráfico limitado y usar vías de comunicación muy lenta. Starlink cuenta con la ventaja de ser un servicio de SpaceX, la empresa espacial de Elon Musk que tiene un servicio de despliegue de satélites con sus cohetes reciclables, lo que reduce mucho el coste de cada lanzamiento.
Así, prácticamente cada mes, SpaceX está lanzando hornadas de 60 nuevos satélites al espacio para ir conformando la red. En enero de 2020 tendrán 182 satélites desplegados después de cinco lanzamientos; el primero, de dos satélites, y los cuatro posteriores de 60 satélites, acelerando cada vez más la cadencia de lanzamientos con dos de ellos ocurriendo en enero (7 y 20 de enero). El objetivo inicial es lanzar 60 satélites cada dos semanas hasta alcanzar los 12.000 satélites en los próximos años, y ya han solicitado permiso para tener hasta 42.000 satélites desplegados en distintas órbitas.
Los 12.000 satélites iniciales estarán operando en tres órbitas distintas. 1.584 de ellos estarán a 550 kilómetros de altura en 22 planos orbitales distintos, 2.800 estarán a 1.150 kilómetros operando en las bandas Ku (12-18 Ghz) y Ka (26,5-40 GHz) en órbitas no geoestacionarias (NGSO), mientras que los 7.500 restantes estarán operando a 340 kilómetros de altura en la banda V (40-75 GHz). Esa órbita es conocida como Very-Low Earth Orbit (VLEO).
Los satélites actuales que ofrecen Internet sí están en órbitas geoestacionarias, al igual que los que ofrecen televisión por satélite. Esto quiere decir que siguen la misma velocidad de rotación de la Tierra, y están siempre en un mismo punto en el cielo. Los de Starlink se moverán más rápido que la Tierra, y por ello es necesario que el receptor esté motorizado y sea capaz de orientar electrónicamente la señal.
Estas serán las órbitas que tendrá el primer grupo de satélites que esperan lanzar en la década de los años 2020. La mitad de los satélites estarán lanzados antes de 2025, y esperan completar la constelación a finales de la década.
Cada uno de los satélites pesa 227 kg, y en cada lanzamiento han ido lanzando versiones mejoradas. Los componentes de los que están poniendo en órbita actualmente se quemarán al 100% cuando los satélites terminen su vida útil y los lancen de vuelta a la Tierra. Cada satélite durará mínimo cinco años, y se estima que a los 7 u 8 años los lanzarán a la Tierra para que se desintegren y pasen a ser sustituidos.
Cómo funciona Starlink
El funcionamiento de la red es muy sencillo. La red de satélites contará con puntos de recepción en la Tierra, y los satélites se comunicarán a su vez entre sí para ir pasándose la información de uno a otro por láser. En total, SpaceX Services ha solicitado la instalación de hasta un millón de estaciones base en la Tierra que estarían en constante comunicación con los satélites.
Así, desde nuestra casa o empresa sólo tendremos que tener un receptor motorizado, cuyo precio, al igual que el del servicio, todavía sigue siendo un misterio. Cada receptor tendrá el tamaño de una caja de pizza, y estará motorizado para tener la mejor inclinación para comunicarse. Además, los receptores tendrán un sistema de antenas en fase, las cuales pueden orientarse electrónicamente sin mover físicamente el dispositivo. El propio Elon Musk ha bromeado sobre lo fácil que será instalar estos receptores, teniendo sólo que conectarlos a la corriente y orientarlos hacia el cielo.
El coste estimado del despliegue será de unos 10.000 millones de dólares, y empezará a operar comercialmente en el año 2020. Este sistema hará que la latencia mundial se reduzca considerablemente incluso a la mitad dependiendo de la zona, ya que la red de cable tiene que hacer muchos quiebros y pasar por muchos puntos para ir desde Londres hasta Australia, mientras que por el cielo el camino que sigue es mucho más corto.
En la actualidad, la latencia teórica es de 477 ms en las comunicaciones vía satélite, aunque en la práctica superan los 600 ms. Los satélites de Starlink operan entre 30 y 105 veces más cerca que los actuales, por lo que la latencia se situará en torno a 25 y 35 ms. El protocolo de la red será P2P, más simple que IPv6, y tendrá cifrado de extremo a extremo.
Dónde tendrá sentido usar Starlink
El acceso a conexiones de 1 Gbps y con 25 ms de latencia es algo muy goloso en ciudades, y aún más en zonas aisladas con mal servicio por las vías tradicionales. La realidad es que este tipo de conectividad, aunque puede usarse en ciudades, tiene más sentido utilizarla en zonas aisladas donde ahora mismo no llega cobertura por redes móviles o la red de cobre es demasiado lenta. En España pueden verse beneficiados aquellos que vivan en zonas aisladas, aunque la cobertura de fibra no para de crecer cada vez más y llegará a toda la población en esta década.
Donde sí tiene más sentido es en países donde la red fija es muy deficiente, así como en zonas azotadas por catástrofes naturales. De hecho, la fecha de inicio de operaciones de 2020 de Starlink coincide con la temporada de huracanes en Estados Unidos.
También se verán beneficiados barcos y aviones, ya que los primeros podrán ofrecer mejor Internet y a mejor precio que en la actualidad en compenetración con las redes de tierra firma si se encuentran cerca de la costa de un país. En el caso de los aviones, la velocidad también aumentará considerablemente y permitirá tener Internet de forma más asequible que hasta ahora.
Starlink no será la única compañía que ofrezca internet por satélite, sino que también hay empresas como OneWeb. Eso sí, de momento la de Starlink pinta a que será la opción más rápida y fiable, además de que Elon Musk prometió un precio asequible.
Si el plan funciona, Elon Musk espera recuperar el dinero invertido en la red en unos 10 años. Con el dinero que ganen esperan financiar las misiones espaciales de SpaceX, incluyendo la de llevar humanos a Marte.
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