Un hombre se encuentra en la final del mundial de fútbol pero su ubicación es muy mala y no ve nada.
Más adelante ve un asiento muy bueno que está vacío.
Se dirige hacia allí y le pregunta al hombre que está al lado si el lugar está ocupado.
Este le dice que sí.
- Es increíble que alguien con este asiento se pierda la final del mundial -dice el recién llegado.
El otro hombre le responde compungido:
- Bueno, en realidad este asiento era de mi esposa. Lo reservamos hace un año,
pero falleció y por eso estoy solo mirando la tan esperada final del mundial.
Apenado, el otro dice:
- Ay, lo siento. Es terrible. Pero, ¿no pudo encontrar a un amigo o pariente para que usara el asiento?
El hombre niega tristemente con la cabeza mientras dice:
- No... están todos en el entierro.