¿Qué tanto mira, abuelo?
Un septuagenario viajaba en el metro de la ciudad de Washington, D.C. Cuando el tren se detiene en la estación del Capitolio, se abren las puertas y se sube un muchacho vestido al estilo 'punk': los pelos de punta y pintados de todos los colores y vistiendo ropa escandalosa y estrafalaria. El anciano se le queda mirando fijamente hasta que el 'punk', todo molesto, le reclama:
"¿Qué tanto mira, abuelo? ¿Acaso cuando usted fue joven nunca hizo nada raro o anormal?"
El viejito, muy serio, le contesta:
"Si, hijo, precisamente por eso te estoy observando. Cuando tenía tu edad, tuve sexo con una guacamaya y ahorita estoy pensando que ¡tú
puedes ser mi hijo!"