El Real Madrid es de nuevo campeón de la Liga Endesa al vencer este viernes al Barça Lassa en el Palau Blaugrana (68-74) en el cuarto partido de la final del 'Playoff', un duelo que no fue tan intenso ni igualado como los dos anteriores y en el que les bastó con estar certeros en el triple y en el rebote para superar a unos blaugranas que acabaron perdidos y aciagos en el tiro.
No pudo el Madrid lograr el título de forma exprés porque el Barça se lo impidió, pero esta vez a los de Svetislav Pesic les faltó mucho para inquietar a unos blancos que revalidan el título y que se alzan con su cuarta Liga Endesa de las últimas cinco. Una competición que sigue teñida de blanco pese al empeño del Barça, en la búsqueda de una mejora personal que aún no da para evitar el alirón rival.
Una pequeña pero entusiasta afición visitante cantó el ‘así gana el Madrid’ en el Palau Blaugrana, que no pudo ser un fortín inexpugnable. Nadie antes había levantado un 2-0 sin tener el factor pista, el Barça lo intentó y dio algo de emoción a la final pero, cuando tenía que repetir victoria con los suyos de su lado, no encontraron fuerzas ni vías para ver el aro abierto y grande.
Con el ‘Facu’ Campazzo liderando el ataque de los de Pablo Laso y Walter Tavares haciendo dobles figuras –10 puntos y 13 rebotes– el Madrid se hartó de esperar, se cansó de hablar sobre un hipotético quinto partido, que ya no llegará. Lo celebraron los blancos en la pista, con Llull (sin anotar un punto) lejos de la euforia del segundo partido y Rudy (con 4 triples y tres de ellos en el arranque) llevando la batuta.
Esta vez Thomas Heurtel salió de inicio, petición masiva en el aficionado blaugrana, pero no tuvo su mejor noche, y sí destacó esta vez Kevin Pangos (16 puntos), artífice de las reacciones locales. Reacciones pequeñas porque, salvo en un tramo del segundo cuarto, el Barça no pudo ponerse por encima en el marcador. El Madrid, con gran acierto exterior y cerrando el rebote, puso las bases del título.
Ni tener las muñecas calientes le hizo falta a un Madrid que vio cómo pasaban tres minutos enteros en el último parcial sin que el marcador se moviera. Estuvieron ‘fallones’ ambos equipos, sí, pero el Madrid tenía un 55-64 a su favor. Y, cuando se movió el electrónico, lo hizo a favor de los ya campeones para lograr su máxima (+12) a 2:12 para el final.
Una diferencia que se recortaría pero siempre estando lejos de pensar en otro final apretado, eléctrico y agónico como los dos anteriores. Empezó el partido con un 5-14 a base de triples torpedo que hizo presagiar, y muy bien, cómo iba a ser el partido. Triple a triple, con varias segundas oportunidades fruto del rebote (46 del Madrid por 30 del Barça), y defensa dura como ingredientes del Madrid para fulminar una remontada blaugrana.
El Barça Lassa, en cambio, se obcecó con un triple que no llegaba (10/30) y estuvo tiempo en pista sin saber qué hacer, cómo atacar la defensa del Madrid de Tavares y Randolph. No hubo torres blancas caídas esta vez, mejoró también el Madrid en la pintura y se notó. Deberá remar más el Barça para pasar de ganar Copas a Ligas, y el Madrid evita un año en blanco y coge fuerza para encarar la siguiente temporada.
BARÇA LASSA, 68 – 74 REAL MADRID (33-37, al descanso)
BARÇA LASSA: Heurtel (2), Hanga (11), Claver (4), Singleton (12), Oriola (4) –quinteto inicial–; Pangos (16), Ribas (4), Smits (3), Pustovyi (-), Kuric (8), Tomic (4).
REAL MADRID: Campazzo (15), Rudy Fernández (12), Deck (-), Randolph (10), Tavares (10) –quinteto inicial–; Causeur (10), Ayón (5), Carroll (4), Llull (-), Thompkins (6), Taylor (2).
PARCIALES: 21-24, 12-13, 14-18 y 21-19.
ÁRBITROS: Conde, Peruga y Calatrava. Sin eliminados.
PABELLÓN: Palau Blaugrana, 7.301 espectadores.
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