Paso de gigante de los granotas para lograr la salvación. El andaluz, autor de un gol y dos asistencias, arrima a ‘La Franja’ al infierno.
La estancia del Rayo Vallecano en Primera División puede tener las horas contadas, en contraposición de un Levante que ha dado un paso de gigante en su pelea por permanecer en la élite del fútbol español. La merecida derrota de los franjirrojos en el Ciutat de Valencia (4-1), tras la exhibición de un José Campaña que marcó el gol que abrió la lata y asistió en los dos siguientes, le puede condenar directamente a la Segunda División, algo que puede certificarse matemáticamente si no llega la derrota del Celta contra el Barcelona y la no victoria del Valladolid. A falta de seis puntos más, los franjirrojos tienen a seis al Celta y Girona, con una jornada menos cada uno. ‘Campaña’ y se acabó.
Demostró el Levante más compromiso y entereza que su rival, consciente de que el duelo era un no va más. Arropado por toda su afición, que respondió al llamamiento del club y abarrotó las gradas del Ciutat de Valencia, el cuadro de Orriols fue un martillo para un Rayo que ha sido yunque durante toda la temporada, recibiendo golpes severos que le mandaron a la lona a las primeras de cambio. La defensa adelantada que presento Paco Jémez fue una invitación para un Morales entre algodones, maltrecho de su tobillo, que no padeció los dolores para explotar todos los espacios que dejaban los centrales. Así se gestó el primer gol, en una pérdida de Uche Agbo en la medular. Se revolvió Mayoral entre dos defensores, lanzando al ‘Comandante’ que encontró la proyección al ataque de Toño para servir un centro raso que Ba dejó muerto en el área pequeña para que Campaña tan solo tuviese que empujar al fondo de las mallas.
Y es que no le ha sentado nada bien al Rayo Vallecano las palmadas que ha recibido en la espalda a lo largo de toda la semana por ganar al Real Madrid en el Estadio de Vallecas, tal y como auguró Jémez en la previa del transcendental duelo. Le han llegado en un momento poco oportuno. Demasiado masaje con jabón para un equipo poco consistente, al que le cuesta levantarse cuando recibe un golpe. El último cuarto de hora antes del descanso noqueó a los vallecanos. De nada le sirvió a Alberto García sostener a su equipo parándole una pena máxima a José Luis Morales. Antes de tomar el camino hacia los vestuarios, Campaña sirvió desde la esquina un balón al primer palo al que llegó Rubén Vezo, tras imponerse en el salto aéreo a Alejandro Gálvez, para clavarla por el palo largo.
El 2-0 obligaba a ‘La Franja’ a obrar un milagro, toda una proeza inalcanzable para el equipo de LaLiga que destaca por ser el que más derrotas (21) y más goles encajados (66) acumula a estas alturas. Su regreso en Primera División se ha basado en creer en lo increíble, en confiar en las matemáticas por mucho que no encontrase la resolución de la ecuación. Con todo perdido, Jémez cambió el dibujo y tomó riesgos, sumando efectivos al ataque con la entrada de Javi Guerra en el lugar de Ba. El malacitano, desapercibido durante toda la campaña, ha sido un recurso para el técnico canario. Después de forzar el penalti que valió la victoria contra el Real Madrid, fue el autor de la asistencia que permitió a Álvaro García marcar el gol que redujo las diferencias en el marcador.
Con veinte minutos más por delante, los visitantes tenían por delante la posibilidad de rescatar un punto que le valía una jornada más el momento de aplazar su descenso. Jugó con los nervios de un Levante que no terminaba de cerrar el partido pese a sus continuas llegadas. El efecto de la remontada le duró poco tiempo al Rayo, que perdió cualquier atisbo de efervescencia con la expulsión de Adrián Embarba. Con uno menos, los de Paco López ahorraron los disgustos de Jémez. En una jugada calcada al 2-0, Campaña la colgó al primer palo para que Jason se redimiese conectando un cabezazo. La puntilla llegó ya en el descuento, con Enis Bardhi fusilando a Alberto García en una jugada que exigió la resolución por parte del VAR para decretar que no había fuera de juego del macedonio.
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