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""El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz"

Iniciado Por Serjey, El día 03 de Marzo de 2015, 14:42:13 14:42



Autor Tema: "El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz  (Leído 113573 veces)

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #210 en: 21 de Abril de 2015, 18:07:43 18:07 »
 Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo habia que  xio no comprendia donde y de que manera aparecería
 

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #211 en: 22 de Abril de 2015, 06:30:05 06:30 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #212 en: 22 de Abril de 2015, 08:27:46 08:27 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #213 en: 22 de Abril de 2015, 14:37:09 14:37 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #214 en: 22 de Abril de 2015, 17:47:25 17:47 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #215 en: 23 de Abril de 2015, 06:28:57 06:28 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #216 en: 23 de Abril de 2015, 08:27:51 08:27 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #217 en: 23 de Abril de 2015, 09:57:53 09:57 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
    10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
    La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de
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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #218 en: 23 de Abril de 2015, 13:36:13 13:36 »
 Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
     10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
     La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado,
 

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #219 en: 23 de Abril de 2015, 14:44:58 14:44 »
 Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
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     La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho
 

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #220 en: 23 de Abril de 2015, 20:34:14 20:34 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
     10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
     La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho se habia pasado al lado


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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #221 en: 23 de Abril de 2015, 20:52:57 20:52 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
 
     10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
 
     La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho se había pasado al lado sin que se diera cuenta,

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #222 en: 24 de Abril de 2015, 00:27:19 00:27 »
 Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
   
      10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
   
      La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho se había pasado al lado sin que se diera cuenta, al lado del que nunca
 

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #223 en: 24 de Abril de 2015, 06:08:27 06:08 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
   
      10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
   
      La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho se había pasado al lado sin que se diera cuenta, al lado del que nunca podía dejar de pensar en

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Re:"El Manuscrito de Zhendu" Capítulo 3 - Vivir en Paz
« Respuesta #224 en: 24 de Abril de 2015, 08:22:50 08:22 »
Nikolovsky se frotaba los ojos no podía creer lo que veía, era una situación nueva y jamás pensó que eso le iba a poner tan nervioso que apretaba su espada fuertemente estaba a punto de desenfundar, pero en ese preciso momento empezaron a llamar a jaslanovk. Éste apareció para poner orden, pero ya era demasiado tarde.
   
      10 de marzo de 1935 Xío se tenía que poner manos a la obra, el camino que debería emprender era largo, y tortuoso atravesando valles, montañas cruzando ríos, para llegar a casa y cumplir con el destino que tenia encomendado, visitar a su padre para escuchar sus sabios consejos y de camino, visitar a su verdadero amor, un hombre que no la correspondió en todo lo que ella necesitaba, porque tenia algo que ocultar algo que nadie sabría nunca y que comprometería el futuro de toda la saga. Sin embargo el nunca la olvido siguio insistiendo porque sabia que ella, tarde o temprano tendría que volver,y entonces intentaria convencerla para que volviera a su lado. Pero no lo consiguió, ella tenia otro hombre en su memoria, que no le abandonaba siempre estaba a su antojo volteando por su mente, era el perverso y malévolo Serjey un hombre rudo y que siempre estaba dispuesto a la aventura le gustaba ir a verla todos los días, pero hacía tiempo que no tenian una conversacion séria siempre aparecía alguien que interrumpía. Descubrió entonces, que cuando más necesitaba verlo y hablar con el más difícil se hacía ver era como si temiera descubrir algo que la pudiera poner nerviosa, como si supiera la verdadera historia que ella nunca quiso que fuese verdad pero que no le quedo más remedio que aceptar nunca seria lo que había soñado pero se tenia que enfrentar a la cruda realidad, no podia seguir con esa incertidumbre, tenía que aclarar de una vez, esa situación y que no esparese más era muy normal.
   
      La paz y el amor era lo que siempre anheló, sin embargo, cuando Sve apareció, Xio cayó bajo sus encantos, era algo que temía sobremanera y que no sabría si podría resistirse ante tal hermosura. Ella se acercó a Sve, lo miró fijamente y le dijo no se si podrás conseguir la paz, pero aquí me tienes, le dio un beso en la comisura de manera tan apasionada, que no lo dejo ni respirar sintió cómo le subían las pulsaciones, la boca se quedaba seca y la entrepierna se humedecía, fue entonces cuando de repente un suspiro se le escapó,dios  todo era un sueño, aunque sabia lo real que era aquel momento de amor maldecía el momento que despertó, nunca hubiera deseado que aquello fuera real. La noche llegó y un frío infernal recorrió la estancia, estaba solo ante sus propios temores a volver a la soledad que lo envolvía, todo estaba muy oscuro, pero de repente Chachote apareció como por arte de magia y bajo una nube blanca se deslizó por toda la zona, haciendo muestras de su poder y astucia, siempre quiso pasar desapercibido pero era imposible la maldición de Alopez le volvía otra vez a demostrar , nunca podría vivir en paz. Le comentó que no conseguiría romper el pacto de paz, pero una vez más, no escuchó, total para que, si, descanse el guerrero de tanta adrenalina surgida de las batallas. Aquella mañana amaneció con lluvia, pero eso no impidió que saliera a contemplar la belleza de aquel paraje inigualable no era un día cualquiera sabia que algo importante iba a suceder y no estaba preparado, pero no importaba, la decisión estaba tomada. Se reunieron los llamados a hacer historia dentro de aquel grupo de escogidos, eran bárbaros, rudos y sin ningún prejuicio. Eran los mejores, pero se dislumbraba una duda, quien asumiría la responsabilidad de liderar el grupo xio dio los pasos correctos. Habló uno que no podía olvidar la humillación que les hizo pasar la noche de la batalla en la que perdieron su bandera y su honor, a partir de ese momento su vida no volvió a ser la que habían pensado, cuando de repente, tras la sombra de un manzano apareció lo que nunca hubiera imaginado, era dakini la bruja del monasterio del monte de la muerte. Su aspecto era inquietante, tenía una mirada penetrante, que no me atrevía ni a moverme, siniestra y malvada tenia el corazón de un Jabalí en una mano y en otra el haz perteneciente al pórtico de su miserable morada, también lucía una túnica mugrienta hecha con restos de las banderas y estandartes de los ejércitos que yacían en las profundidades, de color azul y grana tenía un parche, era blanca la bandera que ondeaba en el corazón de los iluminados, esa era la causa de que todos estuvieran entre los oscuros recuerdos de Xio. Miraba al horizonte intentando descubrir porqué estaban todos formados en la línea que delimita las dos zonas, porque eso daba una imagen de provocación de guerra, lo que haría que el ansiado deseo de paz saltara por los aires y se comenzara la batalla final, lo realmente increíble era que no hubiera nadie capaz de frenar aquella locura, había que comenzar a pensar que no era factible o que era inevitable. En la cima del monte de pronto se poso un cuervo negro como el azabache, era la señal que estaban esperando había llegado la hora de firmar un acuerdo de paz, que debía entablar un diálogo sobre los territorios del Norte. Dieron un paso al frente los jefes de cada ejercito, cada uno portaba su bandera, y Xío tan sencilla como siempre, pensó en que tenía que buscar algo que la hiciese llevar una ventaja. Pensó que unir todos los ejércitos, era suficiente para poder vencer sobre quienes habían caído en las mismísimas garras de Raimbow, pero una vez más, su instinto le dijo que algo podría salir mal. El comandante desde su atalaya miraba entre todas sus tropas quien podía ser el que gobernara la coalición blaugrana contra los malditos mercenarios y quién mejor que Nikolovsky, el cual era reticente a cualquier pacto con los despiadados guerreros de las tribus, pero una orden de Sve al feroz perro de dayolikov supuso el principio del fin. Nadie esperaba lo que provoco, una revolución de masas que desencadeno una locura colectiva entre la gente cansada de guerras, las plazas de los pueblos se quedaban pequeñas para semejante marea humana, que aunque pacíficamente las poblaban un clamor se extendía entre todo aquel tumulto: "La bandera blanca dominará", decían. La paz estaba a punto de proclamarse, pero algo había que  xio no comprendía donde y de que manera aparecería siempre un nuevo brote de violencia,el mundo no estaba preparado para tanta barbarie. Sin embargo Xio no se podía olvidar de lo ocurrido aquella tarde junto al monasterio. Había descubierto la traición de quien ella jamás habría imaginado, alguien a quien estimaba mucho se había pasado al lado sin que se diera cuenta, al lado del que nunca podía dejar de pensar en aquel tiempo que hubiera dado