Un postrero gol del ex delantero del Barcelona amarga el estreno de Paco Jémez y complica la permanencia del equipo madrileño.
Tiene el fútbol ciertos presagios que, solo en ocasiones, se cumplen. Uno de ellos es el de a entrenador nuevo, victoria segura. En estas que estrenaba el Rayo Vallecano técnico en su feudo, tras cortar la cabeza a un Míchel que enlazó siete jornadas perdiendo, y apostando por el regreso de Paco Jémez para obrar un milagro que cada semana que pasa se antoja más complicado. No entiende Vallecas de rendiciones antes de tiempo pero con el paso de las jornadas tiene menos motivos para creer. El canario, tras un periplo en México y acumular experiencias para el olvido con Granada y Las Palmas, ha comenzado su segundo paso por la Avenida de la Albufera con un empate contra el Real Betis (1-1) que le deja a cinco puntos de la permanencia.
Las necesidades, acrecentadas por la victoria del Celta de Vigo a costa del Villarreal, obligaron al Rayo Vallecano a llevar el testigo del partido. Tras un primer cuarto de hora donde Paco Jémez – que regresaba a Vallecas 1.050 días después de que dirigiese la victoria contra el Levante (3-1) en la última jornada del curso 2015/16 – se desgañitaba pidiendo a su tropa un mayor control y una circulación más precisa a la hora de mover el balón, la artillería franjirroja asedió la portería de Pau López, que tuvo que emplearse a fondo para evitar que el balón se colara entre sus tres palos. De nada le sirvió el repertorio de paradas, cuatro para ser más exactos en el apunte, antes de que Raúl de Tomás le fusilase al filo del descanso.
La diferencia entre franjirrojos y verdiblancos en el primer periodo estuvo marcada por el hambre y las ganas de ganar. Tenían mucho en juego ambos conjuntos, unos el desesperado intento por la salvación y otros la ilusión de colarse en Europa. Exhibió colmillo el equipo de Vallecas, marchándose a vestuarios acumulando doce remates como volumen total y con un Bebé esplendoroso en fase ofensiva, recuperado para la causa por un Paco Jémez que confía en que sus virtudes pesen más que su alocada cabeza en la recta final del campeonato doméstico.
No encontró el Betis la forma concreta de incomodar al Rayo Vallecano en su propuesta. Tuvo enormes problemas para localizar en tres cuartos de campo a sus hombres más diferenciadores y faltaban ideas y mucha frescura para sacar rédito al elevado porcentaje de posesión que amasaban. Amén de los apuros en fase ofensiva, los de Setién no hallaron la manera de frenar a su rival, que apostó por jugar por fuera, explotando las bandas, para dar amplitud a las reducidas dimensiones del Estadio de Vallecas.
Los cambios introducidos por Quique Setién no terminaban tampoco de lavar la imagen de un conformista Real Betis. Refrescó al equipo con la entrada de Loren Morón, añadiendo piezas al ataque. Le faltaba al conjunto del Heliópolis un faro que aportase luz en la sala de mandos. Sin Gio Lo Celso en su mejor versión, fue Sergio Canales el que salió a relucir en la recta final para erigirse como el guía que evitase el desastre. Cuando el Rayo estaba más cerca del 2-0 que de cualquier otro desenlace, el cántabro pilló mal colocado a su rival para encontrar a William Carvalho en la frontal, que descargó hacia Cristian Tello para que firmase el gol del empate en la recta final del partido que silenció a un barrio, Vallecas, que cada día se aleja más de la élite.
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Tema: Rayo Vallecano 1-1 Real Betis: Tello mete a Vallecas en estado de depresión (Leído 113 veces)