Érase una vez… una estrella que brillaba más que ninguna otra en el cielo, iluminando la línea del horizonte y haciendo que la noche se hiciera día, era lo más hermoso que jamás habíamos visto hasta que se hizo de día y vimos como todo lo que habíamos imaginado, tan sólo fuera un sueño, volviendo a la cama seguimos imaginando como sería la vida, antes del virus, que convertía mi flor en una coliflor.
Pero de repente, mirando la estrella, comprendimos que la vida era cada vez más difícil para algunos, se había convertido en un caos, sólo los poderosos tenían el privilegio de seguir avanzando a costa de los primos, que sólo pagamos impuestos mientras descuidábamos los valores importantes de la vida, aun sabiendo que un día, no muy lejano, iban a sufrir en sus propias carnes todo lo que vivimos en tiempos tan adversos.
Un día descubrí, casi por casualidad, que justo en lo alto de la montaña se reflejaba una luz, entonces decidí subir para ver y allí sentado estaba Eusebio, le pregunte que hacia allí, él me contestó que miraba aquella luz tan brillante que surgía desde Soto del Real, no entendía como aquello se les iba de las manos, la humanidad no comprendía los cambios que se estaban dando en la tierra, como por ejemplo el cambio climático, cuando de repente una explosión me devolvió a la realidad. La luz de aquella estrella iluminaba todo el valle.
Decidí que teníamos que seguir luchando y haciendo camino al andar, como dijo aquel buen escritor “dejar un mundo mejor”, que las generaciones venideras no tuvieran que estar sufriendo las miserias, que con nuestra vanidad y orgullo, habíamos generado, sin pensar que todo se nos volvería en contra nuestra, por no luchar por la libertad de poder decidir libremente nuestro destino.
Aquella luz era el principio, de una larga guerra encarnizada, donde perdería el ser humano, sería una lucha contra el hambre, la corrupción, la miseria… El egoísmo del hombre era tal, que nunca se pensó, que los recursos de la tierra se terminarían y crearían un colapso total. Tal vez, aun quedaría tiempo para intentar reconducir toda la situación si hallaba el manuscrito de Zendhu, que se encontraba en el cajón de los desastres imaginarios.
Pero sólo un ser, de los llamados corruptos, podía hacer que todo aquello volviera a encaminarse hacia una batalla sangrienta, una batalla que tenía origen maligno, el cual nos iba a llevar a la destrucción y… a la posible extinción.El ser humano tenía que buscar una solución a este desastre, sin precedentes.
De repente apareció una bella dama, era como una diosa y, con solo mirarla, podías ver la alegría en su mirada, era ella, la elegida!!!Esta mujer, llamada Xio, era el estandarte que nos guiaría hacia el final del camino, un camino duro, pero Xio, descendiente de una estirpe Samurai, tenía, el orgullo y el valor suficiente para llevarnos a todos a luchar, por lo que, cogío su espada en alto y gritando lanzó este mensaje..."la raza humana luchara por su supervivencia", todos juntos lo podremos y con los espíritus del averno, bailaríamos incontrolados hasta la madrugada, sin pensar en lo que pasaria al amanecer,Xio era todo lo que cualquier hombre podría esperar de una guerrera, valiente tenaz,con solo verla se cortaba la respiración. Aquella mirada desafiante, ese pelo negro, que caía por su espalda bordeando la piel morena de sus pechos, ella tenia el poder para llevarnos a la batalla y, al mismo tiempo,seguir siendo una mujer que añoraba regresar con su familia. Al mirarla senti un escalofrio, tenía la mirada perdida, quizás estaba pensando en lo que se nos venia encima o quizás por donde quería empezar,buscaria el manuscrito de zendhu en la cima del monte perdido, aunque no era tarea facil, Xio se encaminaba a la montaña con paso firme, de repente se cruzó con un enorme oso pardo de al menos doscientos kilos mirándola fijamente,ella cogio su espada y sin temor en su mirada le asestó un golpe mortal. Con la piel del animal se ha fabricado una vela capaz de aguantar los mayores temporales cuando llegue al mar.
Estando ya en la cima Xio advirtió la presencia de sus peores enemigos, los corruptos que la impedian acercarse al fondo de la gruta, entonces ideó un gran plan para entrar y con ayuda de la vela se camuflló, para poder llegar hasta la entrada de aquella cueva tan oscura que daba miedo,necesitaria algo para ver por la oscuridad y se puso a fabricar una antorcha con una rama y pelos de la piel del oso, yo la observaba desde la distancia