Al día siguiente después de la revisión de las tropas, comenzaron la andadura hacia la caverna del mendigo herrante, donde esperaban conseguir por fin el tan ansiado tesoro que tanto tiempo llevaban buscando pero que siempre se les resistía. El famoso manuscrito de Zendhu era el objetivo del fantasma que a diario rondaba la capilla en la que Xío, acompañado del temible ManuBen, planeaba como acabar con aquella maldicion, teniendo en cuenta como estaban de agotadas todas las tropas y lo supersticiosas que eran, se propusieron hacer un conjuro, con rituales de magia negra para intentar someter a las tropas enemigas,habia alguien entre la multitud, un especialista en artes marciales, un superdotado que se ocultaba entre la guarnición, procurando no demostrar sus habilidades