establecido sea llano y prácticamente recto, una prueba contra el crono se corre al límite de pulsaciones, de velocidad, de pedaladas y de peligro. Cada curva se encara apurando el giro porque cada segundo cuenta. No es extraño infravalorar este tipo de carrera cuando se posiciona como apertura de una gran vuelta. Bah, total, son solo 13,7 kilómetros, las diferencias que se pueden generar apenas serán relevantes para la clasificación general, mucho menos conforme avancen las etapas y vayan desfilando los días de alta montaña. ¿Quién se acordará de Nimes? Se preguntarán los que han perdido tiempo. Como decimos, todo segundo cuenta. Y será difícil olvidar esos más de 20 segundos de margen que ha ganado Froome.
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