Ingredientes
4 láminas de pasta
1 kg mejillones
200 gr. gambas peladas
60 ml. vino blanco
1 cebolla fresca
4 champiñones
2 tomates
1 lima
2 pepinillos
10 alcaparras
Apio
Hojas de albahaca
Queso parmesano
Tomillo, romero, orégano y nuez moscada
PARA LA SALSA:
40 gr. mantequilla
20 gr. harina
300 ml. agua de los mejillones
100 ml. nata
Salsa de tomate
Orégano seco
Preparacion
Abrir los mejillones en una cazuela con un poco de vino blanco, piel de lima, tomillo y romero. Cuando abran, retirar, colar y reservar el agua que han soltado los mejillones. Escaldar las gambas en este agua, retirarlas y reservarlas. Limpiar los mejillones.
Sofreír la harina con la mantequilla en una sartén. Añadir el agua del mejillón y la crema de leche. Seguidamente agregar la salsa de tomate, el orégano seco y nuez moscada. No parar de mover hasta conseguir una salsa homogénea. Reservar en un baño maría invertido.
Hervir las láminas de pasta en agua (tiempo según las instrucciones del paquete). Cuando estén cocidas, retirar y enfriar en agua con hielo. A continuación, secar y reservar.
Trocear las gambas y los mejillones en trozos grandes. Añadir el tomate y los pepinillos en daditos, las alcaparras, la cebolleta, el apio cortado muy pequeño, ralladura de lima y los champiñones picados. Aliñar bien con la salsa.
Montar la lasaña poniendo láminas de pasta con el relleno en medio y unas hojas de albahaca entre capa y capa. Repetir hasta conseguir la altura deseada. Terminar con la salsa fría por encima y unas lascas de parmesano.