4 per. 35 min.
350 g de macarrones
500 g de calabacines
150 g de gambas peladas
175 ml de nata líquida
1 diente de ajo
½ vasito de vermú seco
1 ramita de perejil
4 cucharadas de queso parmesano rallado
4 cucharadas de aceite de oliva
Pimienta
Sal
Hierve los macarrones en abundante agua el tiempo que indique el fabricante.
Despunta los calabacines. Lávalos, sécalos y córtalos primero en láminas muy finas y luego en tiritas. Si lo prefierer, puedes pasarlos por un rallador de orificios gruesos.
Lava las gambas y sécalas con papel de cocina. Pela y pica el diente de ajo. Calienta el aceite en una sartén antiadherente, incorpora el ajo y fríelo unos 2 minutos, hasta que empiece a tomar color. Añade las gambas y saltéalas unos segundos a fuego vivo. Riégalas con el vermú, deja que se evapore y agrega los calabacines. Regógalos durante 1 minuto, vierte la nata y mezcla bien. Salpimienta, prosigue la cocción 2 minutos más, sin dejar de remover, y retira del fuego en el momento en que rompa a hervir.
Lava el perejil y pica las hojas. Incorpora los macarrones a la sartén y mézclalos con la salsa, removiendo con una cuchara de madera. Ajusta de sal si es necesario.
Reparte los macarrones en 4 platos, espolvoréalos con el perejil y el parmesano, y sirve enseguida.
El truco: enriquece esta receta añadiendo 1 zanahoria raspada, lavada y cortada en bastoncitos. Sofríela con los calabacines. Puedes aligerar la salsa, usando solo 50 ml de nata mezclada con 125 ml de caldo de verduras (espera a que hierba y déjala cocer unos minutos para que espese).