¿Es posible adelgazar a base de vino y jamón? Sí, la verdad es que sí. ¿Pero qué dieta es esta? ¿Dónde está el engaño? De engaño ninguno, solo tienes que saber medir las cantidades y darte cuenta de que la clave está en una dieta equilibrada. Y para nosotros, el equilibrio está en tomar un poco de vino y jamón cada día.
Son dos productos típicos españoles, y no podemos negar que nos encanten. Ese jamón, lo salado, acompañado de un buen vino… eso ya es un plan estupendo para una tarde aburrida con amigas. Se puede disfrutar de los pequeños placeres de la vida a base de estos dos alimentos. Pero la cosa está en no excederse.
El jamón tiene propiedades nutricionales excelentes. Tiene vitamina B12, que mejora el funcionamiento del intestino y mejora la producción de glóbulos rojos, de ahí que nos sintamos con más energías.
En cuanto al vino, hay que decir que mejor elegir el vino tinto, porque es capaz de proteger nuestro corazón. Ya nos han dicho varias veces que una copa de vino tinto al día puede ayudarnos enormemente contra los problemas cardiovasculares. No solo eso, sino que si tenemos problemas con el colesterol, también sirve para regularlo. Además, algunos estudios han demostrado que nivela la tensión, por lo que nos ayuda a dormir mejor.
El fallo que tienen las dietas está en prohibir ciertos alimentos. Esto genera ansiedad, y al final, fallamos porque tenemos la necesidad de comerlos. Bien, pues aunque en algunas ocasiones, por motivos de salud, las dietas son necesarias, la verdad es que si tenemos ansiedad, no estamos arreglando nada, por lo que debemos intentar que nuestras comidas sean lo más completas que podamos. Eso sí, sin pasarnos con la cantidad. La cantidad justa para que luego no nos sintamos nada culpables.