Para festejar los 90 años del abuelo le organizaron una fiesta los
hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, amigos y demás.
A eso de las once de la noche, ya casi todos alcoholizados, ven que el
abuelo se va de lado en la silla.
"¡Eh, el abuelo se cae!", gritó uno.
Y todos corrieron a enderezarlo.
Al rato, otra vez el abuelo se va de lado en la silla.
"¡Eh, miren! ¡Cuidado, el abuelo se cae!"
Y otra vez a enderezarlo.
Por tercera vez ven al abuelo inclinarse y al enderezarlo, éste dice
con voz temblorosa:
"¡¡¡¡Joer!!!!, ¿Es que no van a dejarme tirar un pedo tranquilo?"