Estos cupcakes comparten su característico color rojizo, su rico sabor además de añadir un delicioso recubrimiento.
Ingredientes
60 ml aceite de oliva
160 gramos de azúcar glass
1 huevo M
150 gramos de harina
1 cucharada (tablespoon) rasa de cacao en polvo
1 cucharadita (teaspoon) y media de extracto de vainilla
125 ml de leche
1 cucharadita (teaspoon) de zumo de limón
Media cucharadita (teaspoon) de bicarbonato
1 cucharadita (teaspoon) de vinagre blanco
Colorante rojo (un poco, a gusto del repostero)
Para el buttercream:
250 gramos de mantequilla sin sal (sacar de la nevera 4 o 5 horas antes para que esté blanda)
250 gramos de azúcar glass
150 gramos de queso Philadelphia
¿Cómo se hace?
Se mezcla la leche con el limón y dejamos que se corte. Se calienta el horno a 180 grados, y mientras se calienta, se mezcla el aceite con el azúcar. Una vez mezclados, se añade el huevo y se bate hasta que esté todo incorporado. En otro bol, se tamiza la harina con el cacao y se añade a la mezcla la mitad de la harina. Se bate hasta que quede bien mezclado, y se añade la leche para volver a mezclar. Se añade el resto de la harina y se bate bien hasta que quede una masa homogénea. Entonces se añade la vainilla y el colorante. En un vaso, se mezcla el bicarbonato y el vinagre y, cuando haya llegado a la efervescencia, se añade a la masa mezclando bien.
Ya está lista la masa de las cupcakes, así que se prepara la bandeja con las cápsulas y éstas se rellenan con la mezcla hasta 2/3 de su capacidad. Se hornea unos 22 o 25 minutos.
Una vez se comprueba que la masa está cocida (insertando un palillo y viendo cómo sale limpio), se saca el molde y se deja enfriar 5 minutos. Después, se pasan las cupcakes a una rejilla y se dejan enfriar por completo. Cuando estén completamente fríos, se decora con buttercream y una manga pastelera.
Para hacer el buttercream, se tamiza el azúcar, se añade la mantequilla (ya blanda) y se bate poco a poco hasta que la mezcla quede blanca. Entonces se añade la crema de queso y se continúa batiendo hasta que quede homogénea. Se introduce la mezcla en una manga pastelera, con la boquilla que se quiera, y se decoran las cupcakes.