Están instalados en Citröen C4 Picasso y ya funcionan en carreteras aragonesas y de Castilla y León mientras se amplían a toda España antes del verano. El radar va en un agujero circular encima de la matrícula, lleva un flash para mejorar la nitidez como si fuera un foco y no lleva antenas visibles. El nuevo radar usa una frecuencia que resulta indetectable para los conductores que aún se arriesgan a llevar detectores, prohibidos por ley. El 42% de los 305 millones de euros recaudados en 2014 por multas de tráfico proceden de los radares.
La Dirección General de Tráfico (DGT) aumentó el año pasado su recaudación por las multas que ponen sus radares, ya sean fijos o móviles. En concreto, ingresó 129 millones de euros, un 4,9% más que en 2013. Ahora, en 2015, Tráfico podrá afinar un poco más su puntería recaudatoria porque ha empezado ya a operar en las carreteras españolas con un nuevo radar móvil indetectable y mucho mejor camuflado en vehículos normales. Se han adquirido 50, que están siendo instalados sobre todo en Citröen C4 Picasso. Ya funcionan en carreteras aragonesas y de Castilla y León, y su implantación, según fuentes de la DGT, "está siendo progresiva" para que todos funcionen antes del verano. No se trata de radares nuevos que se suman a los ya existentes, sino que sustituyen a otros que se han quedado obsoletos. Es decir, no habrá más radares, sino mejor equipados. Estos vehículos son muy difíciles de identificar por los conductores. En el parachoques frontal, justo encima de la matrícula, tienen un hueco circular donde va instalada la sonda del radar. Más abajo, se ha colocado un foco que parece una luz antiniebla, un flash que garantiza una mayor nitidez en las fotos (la mejora es del 15%). Los vehículos no llevan vistosas antenas, como otros modelos, lo que también dificulta su identificación. Y lo más importante, usan una frecuencia que resulta indetectable para los conductores que aún se arriesgan a llevar detectores de radar, algo que está prohibido por ley. Este radar es capaz de detectar la velocidad de los vehículos que circulan en seis carriles a la vez. Si el radar opera con el vehículo de la DGT en marcha, detecta las velocidades en un solo sentido: Si está parado, es capaz de controlar la velocidad de los coches que circulen en ambos sentidos. La directora general de la DGT, María Seguí, ya explicó en febrero en el Congreso que todos los radares, tanto los fijos como los móviles, estarán visibles para el conductor y distinguirían el tipo de vehículo que comete la infracción. Obviamente, está previsto que estos radares móviles actúen de dos maneras. La primera, circulando cerca del límite de la velocidad permitida para medir la velocidad de los coches que adelanten. La segunda, permaneciendo estacionados a un lado de la carretera, sobre todo en vías secundarias que es donde más se van a utilizar. Si están estáticos, estos radares móviles deberán estar situados de tal forma que sean visibles para los conductores, "siempre que la seguridad de los agentes y la vía lo permita". 850 radares de la DGT Actualmente hay alrededor de 850 radares fijos en las carreteras, de los cuales unos 550 son fijos y el resto móviles, mientras que en Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas la competencia de la gestión de tráfico, hay en marcha unos 240 y otros 60, respectivamente. La DGT también dispone de seis radares Pegasus en helicópteros. Los efectivos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a marzo de 2015, eran 8.959. En todo 2014 la DGT recaudó 305 millones de euros en multas de tráfico, de los que el 42% proceden de los radares