Las empresas afectadas por la tasa Google están subiendo sus comisiones a anunciantes y desarrolladores para compensar las pérdidas.
A pesar de estar eclipsada por la actualidad, la conocida y discutida tasa Google no ha sido olvidada en nuestro país y parece cerca de implantarse. Ante tal situación se han anunciado respuestas por parte de los implicados: Trump considera que imponer aranceles a nuestro país es una medida lógica y las empresas afectadas apuestan por subir sus tarifas para compensar la tasa.
La conocida tasa Google tiene como objetivo a las empresas tecnológicas que tengan una facturación superior a 750 millones de euros a nivel mundial y 3 millones en nuestro país. Unas cifras que afectarían a pocas empresas en España, como la misma Google o Amazon, Facebook... Es una respuesta a los trucos que buscan al instalar sus sedes en países con una fiscalidad más amable hacia ellas.
Esta tasa ya ha sido implantada en países vecinos como Francia o Italia a pesar de las presiones recibidas, y una de las intenciones es que se extienda a toda la Unión Europea, aunque hay países como Irlanda que intentan bloquear el movimiento.
Pero las empresas a las que les afecta esta tasa también están aplicando un movimiento polémico y subiendo porcentualmente sus precios en la misma cantidad que les afectan los impuestos. Tal como informan en Business Insider España, están implantando comisiones más altas a desarrolladores y anunciantes.
Como ejemplos, Apple acaba de aumentar sus tasas a los desarrolladores en Francia, Italia, Reino Unido y Turquía; o Google cobrará a anunciantes del Reino Unido un 2% más y un 5% en Austria y Turquía. El baremo para aumentar los precios es la misma cantidad que se implante en tasas.
Ninguna de las empresas quiere ver mermados sus beneficios, pero tampoco han anunciado cambios más estructurales para normalizar sus sistemas fiscales en los países, de momento todo se restringe al ámbito económico y la compensación de pérdidas.
Este primer paso puede afectar directamente y de forma casi inmediata a los bolsillos de los usuarios. En el caso de Amazon es previsible que al realizar un aumento de precios a los vendedores, estos se lo hagan a los clientes, por lo que se sumaría una impopularidad hacia la tasa que acabará afectando a los ciudadanos.
En todo caso, en España todavía no se ha implantado la tasa y puede que llegue antes de 2021, aunque se espera que cuando se apruebe estas empresas actúen de forma similar.
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