Al hijo de un militar le toca hacer la mili con los paracas. cuando vuelve a casa, su padre le recibe calurosamente:
- cuéntame, hijo, que tal tu primer salto?
- bueno pues estábamos a 4000 m. de altura, y me dio tanta impresión que no me atrevía..., pero allí estaba mi sargento, para ayudarme a superarlo...
- vaya..., que te dijo?
- que si no saltaba me daría por detrás.
- así es como tiene que ser un sargento, duro pero amistoso, estando donde hace falta y cuando hace falta... y saltaste, no?
- bueno al principio un poco.