Un gol de cabeza del argentino en el descuento tumba al cuadro blanquivioleta.
Desgranó en una ocasión el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano que el gol es "el orgasmo del fútbol". Que el cero a cero “son dos bocas abiertas, dos bostezos”. De eso se encargó el delantero argentino Guido Carrillo, en un partido distinguido por la escasa precisión, desequilibrando la balanza con un gol de cabeza ya inmersos en el descuento, brindando tres puntos a un Leganés que superó por la mínima en Butarque a un Real Valladolid al que le tocará seguir remando contracorriente si quiere lograr la salvación.
Y si tan solo es por cuestión de premiar el acierto en los metros finales, el reparto del botín no fue del todo justo. No es casualidad que tanto Leganés como Real Valladolid se presentasen a la cita como los dos equipos de LaLiga con el peor registro de goles marcados hasta el momento. Porque la noche en Butarque fue un ejercicio de poco tino y peor precisión. De entrada, la primera parte se saldó con un único remate entre los tres palos, obra del debutante Waldo Rubio que ha conseguido la pertinente ficha federativa después de que la RFEF diese luz verde a su tramitación tras la baja por lesión de larga duración de Pablo Hervías.
La ausencia de goles durante la gran parte de la contienda no fue por una cuestión de falta de oportunidades. Porque haberlas, "haylas", que diría el dicho gallego sobre las "meigas". Y es que desde las botas de Sergi Guardiola, que suma tan solo una diana en casi mil minutos como blanquivuioleta, se desperdiciaron las mejores ocasiones para desnivelar la balanza. El punta mandó fuera un balón que pedía batir a ‘Pichu’ Cuéllar, vendido tras una mala salida de balón del cuadro madrileño. Su camino lo siguió su homólogo de profesión, un Michael Santos con la mirilla torcida que disfrutó de dos cabezazos que encontraron el mismo mal desenlace.
El paso por los vestuarios no fue más que una confirmación a que el gol es una suerte que se le estaba negando a ambos equipos. La producción, con respecto al primer tiempo, bajó considerablemente. El cerocerismo pudo deshacerlo pronto el Leganés de haber podido lanzar desde los once metros una pena máxima forzada por Jonathan Silva pero el penalti que había señalado Cuadra Fernández por unas manos de Joaquín Fernández que no fueron encontró su pertinente justicia con la revisión del VAR. Bendita tecnología.
Con el paso de los minutos, el encuentro se terminó por hacer bola, algo difícil de digerir. Sergio González, más necesitado de los puntos por su proximidad con el Celta de Vigo, antepenúltimo clasificado, buscó cambiar el sino con las entradas al campo de Keko Gontán y de Daniele Verde. Contrarrestó Pellegrino reforzándose con Sabin Merino, echando cemento armado con la entrada de Rubén Pérez y recurriendo al bombardeo con centros laterales. Con esa apuesta, el Valladolid dio un paso atrás y empezó a dar por bueno el punto por su condición de visitante. Ahí llegó la capitulación para el Pucela, con todos los hombres metidos en su área y ninguno capacitado para frenar el inapelable testarazo de Guido Carrillo con el que virtualmente da la salvación al Leganés.
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Tema: Leganés 1-0 Real Valladolid: Guido Carrillo noquea al Pucela (Leído 146 veces)