Sánchez teme que sus diputados veten un nuevo pacto con los soberanistas catalanes
El aún presidente impone sus ministros en Andalucía pero quiere más afines por temor a una rebelión en su Grupo Parlamentario a su investidura
GRAF1541. VALLADOLID, 09/03/2019.-El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el acto del PSOE junto con el candidato socialista a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Luis Tudanca, y el candidato a revalidar la Alcaldía de Valladolid, Óscar Puente. EFE/Nacho Gallego
Pedro Sánchez está convencido de su victoria electoral el 28-A pero sabe que no podrá gobernar con la ayuda (ni con la abstención) de PP y Cs. Y por lo tanto no le quedará más opción que un pacto con los soberanistas de Cataluña y Podemos, siempre y cuando el PSOE y Podemos sumen 151 escaños, a los que tendrán que sumar los 25 de ERC, PDeCAT, PNV y Bildu para lograr la investidura.
Incluso en ese caso Sánchez corre el riesgo de no poder gobernar si entre los nuevos diputados del PSOE figuran posibles rebeldes que se opongan al pacto de investidura y gobierno con los partidos soberanistas catalanes. A los que además Sánchez deberá ofrecer y conceder, previamente, indultos a los procesados del golpe de Estado que resulten condenados.
A sabiendas además los barones del PSOE, Vara, Armengol, Lamban, Page y Puig, que ahora presiden gobiernos en Extremadura, Baleares, Aragón, La Mancha y Valencia, que si Sánchez renueva sus pactos con los soberanistas ellos corren el riesgo de perder el poder regional, como pasó, en Andalucía y una vez que Podemos está cayendo en las encuestas.
Es por todo esto por lo que Sánchez impuso, desde Ferraz, a sus ministros en Andalucía y en otras regiones y está peleando por ampliar la lista de sus candidatos de confianza porque la rebelión de un puñado de los diputados socialistas puede bloquear la permanencia de Sánchez en el poder.
Incluso podría darse el caso de que Albert Rivera exigiera la retirada de Sánchez y la presencia de otro dirigente socialista como candidato a la investidura para un pacto de Gobierno PSOE-Cs, siempre y cuando se les ofrezca la garantía del regreso del PSOE y del PSC en Cataluña al marco constitucional, rompiendo así los puentes con Torra y descartando los indultos.
Naturalmente, estas opciones y los posibles problemas de Sánchez van a estar en relación con los resultados electorales en los comicios del 28-A y del 26-M, porque los posibles pactos de investiduras nacional y las de los gobiernos regionales y ayuntamientos estarán entrelazados.
Y puede que unas y otras investiduras y acuerdo de gobernabilidad estén condicionadas a las cuestiones de alcance nacional como son la crisis del desafío catalán, los indultos.
Y también a la política económica que empieza a estar sometida al riesgo de una recesión y desaceleración en la UE, lo que para España podría ser muy grave si Sánchez insiste en el gasto sin control y el aumento de la deuda y el déficit.
De ahí que una cosa serán los resultados electorales y otra muy distinta los posibles pactos de investidura y gobernabilidad.
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