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Iniciado Por repollo, El día 07 de Mayo de 2023, 11:26:47 11:26



Autor Tema: El fútbol devuelve el orgullo a Nápoles, 33 años después del 'milagro' de Marado  (Leído 91 veces)

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El fútbol devuelve el orgullo a Nápoles, 33 años después del 'milagro' de Maradona

La ciudad estalla en una fiesta sin fin tras ganar la Liga italiana, un hito sólo logrado antes con el jugador argentino, un dios en Nápoles. Las pistolas de la Camorra se han sumado a la celebración y la han teñido de luto: un muerto y cinco heridos.

Nápoles es un fiesta total, una explosión de alegría, una exhibición de orgullo que ahora mira al norte del país con la cabeza bien alta. Todo es azul en la calle. Las aceras, los muros, las flores... y en la gente, hasta el pelo se han teñido con los colores de su equipo. El fútbol ha obrado el milagro. Maradona ha resucitado. Es su dios. Sólo él logró hace 33 años lo que hoy es ya un hito: el scudetto ha vuelto a la ciudad, su equipo ha ganado la Liga del calcio italiano por tercera vez en su historia.

Quedan cinco días para que termine el torneo, pero ya no hay marcha atrás. Desde las 22.37 del jueves 5 de mayo. Final del partido del Nápoles y el Udine. Empate a uno. Suficiente, no necesitaba más. A 840 kilómetros, el estadio napolitano Diego Maradona repleto hasta la bandera explota en una locura que durará todo el fin de semana.

"Grazie Napoli!! Siamo Campioni d’Italia. Forza Napoli. Diego forever", escribe el exportero de los azzurri, Pino Taglialatela.  Las felicitaciones se acumulan con Maradona omnipresente. Como en los muros de los barrios más populares con sus retratos gigantes. "El cielo está de fiesta", escribe en Instagram la ex mujer del futbolista argentino, Claudia Villafane.

También lo está la tierra de este sur acostumbrado a identificarse con la Camorra, con el juego sucio. Por una vez ellos son los que han jugado limpio, sin trampas. Es más, han pillado a un equipo del norte, la todopoderosa Juventus de Turín  y le han quitado puntos para castigarla por malas prácticas.

Los napolitanos, con mucho menos presupuesto y las ganas incontenibles de vencer han logrado recuperar la mejor cara de un pueblo acribillado por lo tópicos y el crimen organizado.
Un muerto y 200 heridos

Ellos, los camorristas, también han salido a festejar. Esta noche, entre los fuegos artificiales y los petardos, se han escuchado las pistolas. En Nápoles, no es raro. Aman festejar con ruido, con pólvora y es innegable que las armas circulan con facilidad, incluso entre los más jóvenes, apenas adolescentes. Se temía. El despliegue policial se había organizado desde que el Nápoles empezó a acariciar el triunfo hace un par de semanas.

Aun así, ya hay víctimas: un muerto y más de 200 heridos solo en la primera noche de celebración. El fallecido es un chico de 26 años, Vincenzo Costanzo. Hay otros cinco heridos de bala. Una chica en estado muy grave.

Las urgencias de los hospitales napolitanos no han parado: personas con navajazos, heridas en manos y ojos causadas por la explosión de petardos, lesiones traumatológicas y fracturas, problemas respiratorios por inhalación del humo de los fuegos artificiales, sobredosis de cocaína... todos relacionados con la fiesta.

Pero nadie quiere hablar de eso. Lo único que importa es el scudetto. Los napolitanos de todo el mundo han salido a la calle para gritar la victoria, para reivindicar su mejor imagen. "Hay un mensaje positivo más allá del fútbol", ha festejado el alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi."El scudetto ha enseñado la ciudad, la verdadera Nápoles, organizada, con capacidad y potencial".

"Absoluta e insuperable felicidad"

"No miréis la felicidad de Nápoles, no tengáis en consideración este momento de absoluta e insuperable felicidad hecha de sonrisas, abrazos y canciones, un gigantesco flash mob con un millón de bailarines y músicos espontáneos", incita provocador este viernes el escritor napolitano Maurizio De Giovanni en La Stampa.

"Sobre todo, no miréis si lo que queréis se subrayar la ausencia de casco sobre las motos, si queréis calcular los gastos y los ingresos de los napolitanos basados en el reddito di cittadinanza (una ayuda social), si queréis imaginar que este triunfo es una coincidencia y no fruto de una sana e inteligente programación".

Se refiere De Giovanni, claro, a los prejuicios que persiguen al sur italiano. Algunos tienen base real (no son todos unos angelitos), pero muchos van más allá de la notable picaresca y superstición de los napolitanos. Los terroni, les llaman con desprecio y arrogancia en el norte [el apelativo viene de la tierra que dejaban los campesinos que emigraban a las ciudades industrializadas].

O los llamaban. Porque lo ocurrido es capaz hasta de acallar a los más clasistas. "Mirad mejor a los muchos millones de napolitanos del mundo, que hoy sacarán la camiseta azul y viajarán idealmente", sugiere el escritor, "mirad a quien en Buenos Aires, San Petersburgo y Shanghai verá el partido en un horario improbable y gritará y se abrazará. Como en Padova, Novara, Rimini o Bologna. Porque ésta, sabéis, es la fiesta no de un equipo, sino de una identidad, la fiesta de un pueblo. Y durara mucho tiempo. Quizá por siempre".
"La revancha de los últimos"

Hasta Silvio Berlusconi, ingresado desde hace un mes en el hospital, ha hecho llegar sus felicitaciones en un comunicado: "Una ciudad que celebra, una ciudad que lo merecía, felicidades, felicidades, felicidades. Una ciudad increíble que también nos sumerge en su alegría. Nosotros también decimos: Forza Napoli, bravo Napoli, adelante a toda velocidad. ¡Éste debe ser el comienzo de una gran historia de victorias! Los napolitanos realmente se lo merecen y todos estamos con ellos. ¡Hurra, hurra, hurra! Y lo digo de corazón, incluso yo que siempre me he considerado un napolitano nacido en Milán".

"Enhorabuena por una victoria merecida", mucho más escueta la primera ministra, Giorgia Meloni. "Felicidades al Nápoles", ha escrito Matteo Salvini, ministro de Infraestructuras, líder de la Liga (el partido emblema del norte que mira al sur por encima del hombro) y milanista declarado: "Debo decir que el equipo y la ciudad merecen con creces este scudetto. Es sacrosanto festejar, espero que lo hagan con racionalidad y sin demasiados líos".

"Hoy es la revancha de los últimos, de los que no se rinden nunca", aplaude desde Toronto el ex capitán Lorenzo Insigne. "Os merecéis el tercer scudetto. Gracias Nápoles". "Siento el deber de dar las gracias a quienes han hecho este sueño realidad, que han hecho feliz y orgulloso al pueblo napolitano", escribe el ex delantero del Nápoles Ezequiel Lavezzi, "os merecéis homenajear a quienes os han regalado una felicidad genuina a través del fútbol".

Todos los clubes italianos han felicitado al campeón y reconocido su victoria como una hazaña. Incluida la Juventus, aunque con una cierta ironía que simboliza el complejo de superioridad del norte: "Vistas todas las felicitaciones recibidas estos años, non podíamos dejar de felicitar al Nápoles por su tercer scudetto". Comentario poco elegante para decir que ellos no han recibido tantas felicitaciones en las últimas nueve ocasiones en las que lo han ganado.

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