El Madrid mata al Atlético a la contra y da un golpe casi definitivo a la Liga (2-0)
Benzema y Asensio, con dos asistencias de Vinicius, decantaron un derbi en el que Modric fue la estrella y Courtois paró hasta con la cara
El Real Madrid ha dado un nuevo golpe a la Liga, casi definitivo. Lo ha hecho con la contundencia que viene demostrando en los últimos partidos y esta vez luciendo uno de sus numerosos registros, destrozando al Atlético de Madrid a la contra, con goles de Benzema y Asensio, y sostenido con una gran solidez en el medio, sobre todo con un Modric por el que no pasan los años, una gran defensa, con un Militao a un nivel excelso, y mucha efectividad en ataque. A este cóctel se suma Courtois, que ha parado todo lo que ha llegado a su área, y Vinicius, que dio las dos asistencias de gol y este año parece bendecido por los dioses del fútbol. El Atlético lo intentó presionando muy arriba en la primera parte y con más juego en la segunda, gracias a la entrada de Joao Félix, pero ni por esas. Los de Simeone se quedan a 13 puntos del líder, que deja al Barça a 18 puntos, a una distancia que parece insalvable. El segundo clasificado, el Sevilla, aunque con un partido menos, está a 8, y el Betis, tercero, a 9. Esta Liga huele a merengue, con el permiso del olor a azahar que llega desde la capital andaluza.
Carlo Ancelotti apostó por el once de gala, incluido Benzema, aunque con Asensio en lugar de Rodrygo, que le había ganado la partida al balear en otras ocasiones.
Por su parte, Simeone metió a Cunha por Luis Suárez, que llegaba entre algodones a la cita, y sacó del once a Lemar para dar la alternativa a Correa.
El Atlético comenzó con una presión muy alta sobre la salida de balón del Madrid, intentando dificultar sobre todo el juego de Kroos, Casemiro y Modric. Surtió efecto, porque durante los primeros minutos los de Ancelotti solo se intentaban asociar con balones largos que acaban siempre en los pies de la defensa rojiblanca.
El más activo de los locales era Vinicius, que intentaba buscar una y otra vez las cosquillas a Llorente en uno de los duelos más llamativos de la noche que casi siempre se decantó del lado del español. E incluso no estando tan fino en el uno contra uno, el brasileño volvió a ser determinante.
Aunque el Atlético se mostró más incisivo y generó cierto peligro en sus primeras llegadas, intentando buscar las bandas, el partido no tenía un guion claro, pero a los 16 minutos de juego el Madrid pudo correr por primera vez una contra tras un error de Koke y lo aprovechó. Así, tras una combinación de Modric, Casemiro, Benzema y Asensio, el balón llegó a Vinicius, que dejó momentáneamente la banda izquierda por la derecha para meter un centro al área. Allí, con la pierna derecha cargada, esperaba Benzema, que de volea mandó el balón al fondo de la red ante al estirada inútil de Oblak. Golazo y 1-0 para el Madrid.
El tanto no cambió el plan del Atlético de seguir presionando muy arriba e intentar forzar el error del Madrid atrás, pero los de Simeone comenzaron a sentirse incómodos con el equipo blanco mejor posicionado y empezaron a dudar en si ir arriba era la mejor estrategia. Porque aparte de eso, el equipo colchonero ofrecía poco más.
La primera ocasión clara del Atlético no llegó hasta el minuto 35 en una falta lanzada por junto a la frontal del área que Courtois despejó cuando el esférico se dirigía a la escuadra. Era la primera intervención seria de un recital del guardameta belga.
Respondió al poco Vinicius con un remate escorado dentro del área que Oblak mandó a córner tras ver la cartulina amarilla Felipe, condicionado con la tarjeta el resto del encuentro.
La cuestión al filo del descanso era saber cuanto le duraría al Atlético la gasolina, ya que no rebajó la presión ni un segundo, algo con lo que el Madrid ya no se sentía tan incómodo como al principio, con un Modric sobresaliente que comandaba la salida del esférico con maestría y siempre acertaba en el mejor pase.
Al Atlético le faltaba frescura en la medular, con un Koke perdido, y profundidad por la banda izquierda, con un Carrasco desconectado. Solo Llorente, por puro empuje, aportaba algo de peligro al ataque de los de Simeone. Además, el ex del Madrid cortaba con acierto casi todas las acometidas de Vinicius. En el medio de la zaga merengue, Militao, en línea ascendente desde el año pasado, seguía imperial, como si el partido ante la Real Sociedad del fin de semana pasado no hubiese terminado.
Benzema deja el partido en el descanso
Tras el descanso, Ancelotti dejó a Benzema en el vestuario por precaución, ya que llegó a la cita tocado, y dio la alternativa a Jovic. Mayor fue la revolución en el Atlético, en el que Carrasco y Griezmann dejaron su puesto a Lemar y Joao Félix. No le había gustado a Simeone lo visto en la primera mitad y buscaba más control. Y le funcionó, al menos durante unos minutos que llevaron el 'run run' a las gradas del Bernabéu.
El encuentro se reanudó con una inmejorable ocasión de Asensio para hacer el segundo gol tras un gran pase de Vinicius, pero se le hizo de noche dentro del área y acabó perdiendo el balón.
La réplica la dio Joao Félix con un duro disparo que retuvo Courtois en dos tiempos y segundos después con un pase a Cunha que el brasileño resolvió con un chut que volvió a atajar el portero belga en una gran parada. Definitivamente, la entrada del jugador portugués había dado otro aire al Atlético.
Pero el Madrid, que lo pasaba mal, volvió a demostrar que no perdona y que va en serio a por la Liga. En otra contra de libro, el balón le cayó a Jovic, que lo aguantó para la llegada de Vinicius, que, esta vez desde la izquierda, metió el pase para un Asensio que llegaba por la derecha al área rival. De primeras, el jugador mallorquín impactó con su pierna izquierda en el balón, que se fue para dentro, junto al palo derecho de Oblak.
Sin un gran juego, pero con contundencia, el Madrid se ponía 2-0 arriba en el minuto 57. Un nuevo golpe para el Atlético cuando mejor estaba.
Simeone agotaba sus opciones sacando del campo a Cunha y Correa y metiendo a Lodi y Luis Suárez. E introdujo en el campo a Héctor Herrera por Rodrigo de Paul. La situación era desesperada porque la Liga se esfumaba.
Con más corazón que otra cosa, el Atlético siguió presionando la salida del balón y combinando con calidad en zona de ataque, siendo superior al Madrid por momentos, pero los de Ancelotti solventaron la papeleta con la calidad de Modric, al frente de una orquesta en la que Kroos y Casemiro, que ha dejado atrás su titubeante comienzo de temporada, no le fallaron, la contundencia de Militao y las paradas de Courtois.
Porque todas las jugadas de peligro del Atlético se encontraron con el portero belga, que este año está un peldaño por encima de otras temporadas. Tras el 2-0 y con los colchoneros apretando, sacó un balón en una falta botada de Lemar en el que ni siquiera tenía visión. Y luego volvió a sacar de puños otra ocasión también del francés.
Ancelotti quiso amarrar y dormir el encuentro en los minutos finales y metió a Nacho por Carvajal, a Valverde por Asensio y a Rodrygo por Vinicius.
El resultado no se movió, a pesar de que el Atlético lo siguió intentando y Courtois siguió parando los disparos del Atlético incluso con la cara, con sangre en la nariz incluida.
El Madrid no falla y parece que nadie es capaz de seguir este ritmo, ni mucho menos sus grandes rivales: Barça y Atlético. Este domingo se ha llevado el derbi, pero también medio campeonato.
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