España elimina a Croacia en la prórroga tras un festival de goles (3-5) y se encontrará con Suiza en cuartos
La Selección Española certificó este lunes su presencia en los cuartos de final de la Eurocopa, tras eliminar a Croacia en un vibrante encuentro que tuvo de todo (3-3, 3-5 tras Prórroga). Una acción desafortunada de Unai Simón adelantó al equipo croata con un autogol. España reaccionó y protagonizó una espectacular remontada, pero cuando el partido parecía cerrado, el cuadro balcánico igualó con dos goles postreros. El encuentro llegó a la prórroga y allí apareció Morata, quien encontró el premio a su trabajo de todo el encuentro en forma de gol. Oyarzábal, a continuación, cerraba la cuenta en un partido que confirmó el gran potencial ofensivo de los de Luis Enrique y también que los rivales necesitan poco para hacer daño a España, quien se enfrentará en cuartos a Suiza el viernes a las 18 horas en San Petersburgo. La gran campanada de lo que llevamos de campeonato, la eliminación de Francia a manos del equipo helvético, facilita el camino de España hacia las semifinales.
España era claramente favorita. Aunque no estaba en su mejor momento, era sexta en el ranking de la FIFA y se medía a la decimocuarta, una subcampeona del mundo en horas bajas y que antes de vencer a Escocia había encadenado seis partidos seguidos sin ganar. Los croatas, sin Rakitic por voluntad propia, llegaban al partido de este lunes sin el sancionado Lovren y sin Perisic, positivo por coronavirus después de haber marcado dos goles y haber dado una asistencia en lo que llevábamos de Eurocopa.
Predecir cuál va a ser la alineación de Luis Enrique se convierte partido tras partido en la porra más difícil, más si cabe que la de acertar el resultado final del choque. En muy pocas quinielas se preveía que el asturiano relegaría al banquillo a Jordi Alba en beneficio de Gayá. Y tampoco se esperaba la suplencia de Gerard Moreno, por mucho que el delantero del Villarreal jugara sacrificado en banda y fuera de su posición natural en las ocasiones precedentes. Reforzar el ataque por los costados era el objetivo del seleccionador.
La principal duda táctica residía en si Croacia competiría o no con España en la posesión del balón. Y Croacia aclaró pronto la duda. Renunció completamente a él. Sin complejos, esperaba pertrechada atrás cada vez que la Roja, este lunes de blanco, dominaba el esférico. No presionaba la salida del balón desde la defensa española y esperaba pacientemente en su campo.
A los diez minutos, un disparo de Sarabia al lateral de la red fue el primer acercamiento peligroso de España, que a continuación desperdiciaría dos ocasiones clarísimas. En la primera falló Koke, quien desaprovechó un gran pase de Pedri que le dejó solo ante Livakovic, quien acertó a rechazar con su pie derecho el lanzamiento raso del centrocampista del Atlético. En la segunda erró Morata, quien en boca de gol y tras un fenomenal centro de Ferrán Torres conectó un cabezazo que pegó en la mano izquierda de Vida cuando se marchaba fuera. Si el cabezazo hubiera estado bien dirigido, la mano habría sido sancionada con casi toda probabilidad.
España perdonó dos ocasiones clarísimas, y Croacia se adelantó sin crearlas. Porque fue una cesión al portero de Pedri, casi desde el centro del campo, la que adelantó al equipo balcánico. Fue más demérito de Unai Simón, que no acertó a controlar la pelota, que del centrocampista del Barça, que estuvo varios minutos lamentando sobre el césped su acción. Una jugada desafortunada de chiste y que en caso de derrota habría pasado a la historia. Como España ganó y lo hizo gracias a grandes intervenciones del portero vitoriano, el fallo quedará en anécdota.
España se quedó en shock. Tanto los aficionados como la Selección. Y en el caso del once de Luis Enrique, se acusó en los minutos siguientes. Porque Croacia no había pisado el área rival y registró hasta tres acercamientos peligrosos en busca del segundo gol.
Pero España no merecía más fatalidades e incluso no se merecía llegar con desventaja al descanso. Y en su siguiente opción clara firmaría el empate. Tras un rechace por el que pidieron mano de Modric varios jugadores españoles, un disparo de Gayá fue rechazado por el portero croata, y Sarabia atento al rechace, no perdonó. Las aguas volvían a su cauce, y a poco que volvió a hacer circular el balón la Selección metió de nuevo el miedo en el cuerpo a Croacia, a quien el descanso le vino como agua de mayo. Pese al empate en el marcador y a la pájara vivida por España tras el autogol, los de Luis Enrique demostraban tener mucha más calidad que el once croata. Había motivos para el optimismo de cara al segundo período.
La remontada de España
Kramaric sustituyó a Petkovic en el inicio de la segunda parte en el lado croata. El objetivo de su técnico sería emplearlo como 'falso nueve', tener más conexión con los centrocampistas y posiblemente, no perder tan rápido el balón cuando llegara a la zona del ataque croata. No sirvió para mucho, porque todo continuó igual. España, con Pedri y Sarabia como destacados -el del PSG cambiándose de banda con Ferrán Torres-, controlaba el partido a su antojo en los primeros minutos de la segunda parte.
Y en el segundo acercamiento, la Selección se adelantó. Era el minuto 57 y tras una jugada dirigida por Pedri, un centro desde la izquierda de Ferrán Torres fue cabeceado a gol por Azpilicueta. Era el premio al trabajo colectivo. El hecho de que el gol llegara en una incorporación del lateral derecho reflejaba la solidaridad del equipo español. Croacia ahora estaba obligada a cambiar de rol. Y a demostrar si su planteamiento ramplón era por necesidad o querencia.
En el ecuador del segundo período, Unai Simón pudo resarcirse en parte de lo sucedido en la primera parte con una gran parada a Gvardiol en una incorporación al ataque. Repelió con su mano derecha un remate cercano en su primera buena intervención de la tarde, y poco después, despejó con los pies en un mano a mano de Kramaric en una acción que fue anulada por fuera de juego pero a buen seguro dio moral al guardameta del Athletic.
Pau Torres y Dani Olmo sustituyeron a Eric García y a Pablo Sarabia. Brekalo por Juranovic fue la variación en Croacia. Restaban veinte minutos para el final. España lo tenía todo de cara pero el partido se hacía acelerado peligrosamente, convertido en un ida y vuelta de área a área. Tocaba marcar una pausa o se podían pasar por problemas. Pero en una acción 'de listos', porque estaba el partido parado ya que tras una falta a Pedri, Gayá iba a retirarse lesionado y España estaba con diez.
Pero Pau Torres, con un pase cuarenta de metros desde campo español, asistió a Ferrán Torres, quien en el área rival de marchó de su marca con el control y batió por bajo a Livakovic. El delantero del City confirmaba su idilio con el gol, el mismo que ya había demostrado ante Eslovaquia marcando segundos después de saltar al césped. Ya van ocho en quince encuentros con la Roja. El pensamiento de muchos españoles podía dirigirse a la Francia de Mbappé, Benzemá y compañía, que horas más tarde debía medirse a Suiza. Pero Croacia no había dado todavía el partido por perdido. Pasalic y Budimir entraron por Vlasic y Kovacic mejoraron a su selección.
Y una jugada de Modric, pegado a la línea de cal desde el extremo derecho, terminó con un pase de la muerte, y tras una escaramuza en boca de gol, finalizó con un remate de Orsic que Unai despejó cuando el balón ya había entrado, según le 'chivó' a tecnología al reloj de Cakir. Inesperadamente, tocaba sufrir. Y ya fuera por cansancio, por mayor oficio del equipo croata o porque España, con exceso de confianza, no supo dormir el partido, pero llegó el empate. Pasalic cabeceó un centro desde la izquierda y llevó el partido a la prórroga. Quién lo habría dicho minutos antes.
Morata, decisivo en la prórroga
La prórroga no comenzó bien para España. Un lanzamiento alto de Orsic y un disparo de Kramaric rechazado a bocajarro por Unai Simón demostraron que Croacia había entrado mejor en el tiempo extra. España tenía un problema. Con la entrada de Oyarzábal antes del pitido final de los noventa minutos, Luis Enrique había 'gastado' todos sus cambios salvo uno, el que se concede para la prórroga. Y aunque había pensado en Gerard Moreno, quien había realizado ejercicios de calentamiento, Busquets estaba 'tocado'. Por ese motivo, el seleccionador mandó al banquillo al villarrealense y preparó la entrada de Rodri en lugar del centrocampista del Barça.
Pero con España tocada, esta vez le sonrió la fortuna en el correcalles, y lo hizo por fin, en el atacado Morata. El mismo que había denunciado cómo sus hijos habían sido insultados por llevar una camiseta con el nombre de su padre en las inmediaciones de La Cartuja. El que había sido amenazado en las redes sociales. El delantero de la Juve recibió un centro de Dani Olmo desde la derecha, controla la pelota y conecta un potente zurdazo que bate por alto a Livakovic.
Euforia desatada y KO técnico a Croacia, que quedó sonada y cayó a la lona poco después, porque una nueva jugada de Dani Olmo por la derecha fue aprovechada esta vez por Oyarzábal, solo ante el portero croata. Parecía todo sentenciado, como con el 1-3 para España, pero ahora los de Luis Enrique contaban con la experiencia de lo vivido minutos antes. Ahora pondrían todo su empeño en ralentizar el encuentro. Y más, ante un rival físicamente extenuado frente al que Dani Olmo, incluso desperdició con un disparo al poste la opción de firmar el sexto gol.
España, con sus virtudes ofensivas como equipo y sus lagunas en defensa, se ha convertido en un equipo divertido. Puede marcar casi cualquiera de sus jugadores pero encaja con facilidad. No olvidemos sin embargo que hablando de noventa minutos, el balance ante Suecia, Polonia, Eslovaquia y Croacia es de tres empates y una victoria. Pero en el cruce, España tampoco se encontrará con el esperado 'coco', después de que Suiza eliminara a Francia por penaltis. La 'roja', por tanto, será favorita en su partido para llegar a semifinales el viernes en San Petersburgo. Con más o menos acierto, con más o menos suerte, España está cerca de meterse entre los cuatro mejores.
CROACIA, 3 - 5 ESPAÑA, 5 (1-1, al descanso, 3-3 al final del tiempo reglamentario).
CROACIA: Livakovic; Juranovic (Brekalo, min.74); Vida, Caleta-Car, Gvardiol; Modric (Ivanusec, min.114), Brozovic, Kovacic (Budimir, min.79), Vlasic (Pasalic, min.79), Petkovic (Kramaric, min.46) y Rebic (Orsic, min.67).
ESPAÑA: Unai Simón; Azpilicueta, Eric García (Pau Torres, min.71), Laporte, Gayà (Jordi Alba, min.77); Koke (Fabián Ruiz, min.78), Busquets (Rodri, min.102), Pedri; Ferran Torres (Oyarzabal, min.88), Morata y Sarabia (Dani Olmo, min.71).
GOLES: 1-0, minuto 20. Pedri en propia puerta. 1-1, minuto 38. Sarabia. 1-2, minuto 57. Azpilicueta. 1-3, minuto 77. Ferran Torres. 2-3, minuto 85. Orsic. 3-3, minuto 92. Pasalic. 3-4, minuto 100. Morata. 3-5, minuto 103. Oyarzabal.
ÁRBITRO: Cuneyt Cakir (TUR). Amonestó a Brozovic (min.72) y Caleta-Car (min.84), por Croacia.
ESTADIO: Parken Stadium de Copenhague.
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