Cáncer de próstata: estos son los posibles síntomas a los que estar atentos
A partir de los 50, atento a estos primeros síntomas en la próstata
Si bien el cáncer no se puede prevenir, la detección temprana es fundamental para asegurar una total cura y recuperación
La próstata es una glándula que rodea a la uretra y produce la mayor parte del líquido que forma el semen. A partir de los 50 años, en muchos hombres comienza a aumentar de tamaño, causando una serie de síntomas que pueden condicionar en mayor o menor media la calidad de vida. Es lo que se conoce como hiperplasia prostática benigna y se produce cuando las células de la glándula prostática comienzan a multiplicarse.
Muchos de los posibles síntomas a los que se debe poner atención están relacionados con la orina. Son los siguientes:
Mayor frecuencia miccional, tanto durante el día como por la noche, lo cual conlleva otro problema: interrumpir el sueño y por lo tanto reducir su calidad.
Mayor urgencia. Es decir, los deseos de orinar no solo son más frecuentes sino también más apremiantes, y en ocasiones son acompañados por pérdidas involuntarias de orina (incontinencia urinaria).
Retraso en el inicio de la micción. El hombre se da cuenta de que, pese a repetir el proceso que ha realizado toda la vida, la orina tarda más que antes en comenzar a ser expulsada.
Flujo miccional débil o con intermitencias.
Necesidad de hacer más fuerza de lo acostumbrado para expulsar la orina.
Sensación de que la vejiga no se ha vaciado por completo, pese a que al parecer ya no queda orina para expulsar.
Goteo posmiccional, que a menudo se advierte al descubrir que se ha mojado la ropa interior.
Dolor y escozor durante la micción, aunque este síntoma es mucho menos frecuente, según explica la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica.
Presencia de sangre en la orina. Este hecho –llamado hematuria– puede deberse a muy variadas causas, desde infecciones o renales hasta cálculos o incluso la realización de ejercicios físicos demasiado extenuantes. Pero requiere acudir al médico lo antes posible para saber qué lo genera.
Otras señales de problemas en la próstata no relacionados con la orina o la micción:
Presencia de sangre en el semen, lo que da lugar a que el esperma sea de color rojizo, amarillento o verdoso. La mayoría de las veces este trastorno es temporal y no es señal de nada importante, aunque conviene prestar atención si se acompaña de cambios y dificultades en la micción.
Dolor al eyacular.
Disfunción eréctil.
Molestias o dolores en la espalda, las caderas o la pelvis, sobre todo al permanecer sentado, debido al posible aumento del tamaño de la próstata.
Retención urinaria, ocasionada también por el aumento del tamaño de la próstata, que puede obstruir la uretra.
Es importante subrayar que, como se ha señalado, ninguno de estos elementos es un síntoma claro y definitivo de cáncer de próstata. Por supuesto, se recomienda acudir al urólogo para realizar un control, pero sin entrar en pánico: puede deberse a una hiperplasia benigna de próstata o a otros problemas que generan la inflamación de este órgano y que no conllevan tanta gravedad.
¿Qué se puede hacer para prevenir el cáncer de próstata?
Como explica la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), no hay formas seguras de prevenir el cáncer de próstata. Algunos de los principales factores de riesgo de esta enfermedad no pueden evitarse: la edad, sobre todo, y también el grupo étnico (los hombres de raza negra son más propensos a padecerla) y los antecedentes familiares.
Sin embargo, sí es posible actuar contra otros factores de riesgo. Se pueden asumir hábitos de vida que reduzcan las probabilidades de sufrir cáncer de próstata. Estos son algunos consejos para prevenirlo:
1. Reducir el consumo de grasas animales
De acuerdo con un artículo de los urólogos Aránzazu González del Alba y Martín Lázaro Quintela, publicado por la SEOM, existen estudios que indican que un consumo elevado de grasas animales puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
El mismo texto apunta que ni la obesidad ni la actividad física han mostrado hasta ahora estar asociados con esta enfermedad. La ingesta de alcohol tampoco parece tener correlación con esta patología, "aunque su consumo elevado incrementa el riesgo de cáncer más agresivo".
2. Consumir soja
De acuerdo con los expertos de la SEOM y la ACS, las proteínas de la soja -llamadas isoflavonas- podrían reducir la incidencia del cáncer de próstata. Hacen falta nuevos estudios que corroboren esta hipótesis, los cuales se están desarrollando en la actualidad.
3. Cuidado con los lácteos
La ACS también informa de que el riesgo de padecer cáncer de próstata es levemente mayor en los hombres que incluyen en su dieta muchos productos lácteos ricos en calcio. Los expertos no desaconsejan la ingesta de estos productos, pero quienes los consumen tienen que estar atentos a las posibles señales del cuerpo.
4. No fumar
Los estudios han mostrado una relación entre el consumo de tabaco y la incidencia del cáncer de próstata, y también hace más probables las recaídas durante o después del tratamiento.
5. Evitar las inflamaciones de la próstata
La inflamación prostática, señala la SEOM, puede estar asociada a un riesgo aumentado de cáncer de próstata. No todos los estudios realizados al respecto han hallado tal relación entre uno y otro problema, pero a la espera de datos contundentes -y para mejorar la propia calidad de vida- conviene evitar las malas costumbres que pueden propiciar esa inflamación.
6. Realizar revisiones rutinarias
Las revisiones rutinarias, sobre todo para personas que reúnen uno o varios de los citados factores de riesgo (edad mayor de 50, antecedentes familiares o de hiperplasia, etc.), pueden ser claves para la deteCáncer de próstata: estos son los posibles síntomas a los que estar atentos cción precoz y, por lo tanto, para un tratamiento más corto y efectivo de la enfermedad.