AJO BLANCO, RECETA ANDALUZA PARA LOS DÍAS DE CALOR
AGOSTO 29, 2019
Después del salmorejo y el gazpacho, el Ajo Blanco es sin duda una de mis sopas frías favoritas. Con un origen similar a las dos primeras, el ajo blanco se caracteriza por el toque dulce que ofrece su ingrediente fundamental: la almendra. ¡No os podéis perder esta deliciosa receta andaluza! ¡Animaos porque es muy sencilla!
El Ajo Blanco es una receta típica del sur de España, con origen en Andalucía (aunque tiene otras variedades en España, como en Extremadura). Donde más me lo he encontrado ha sido en Málaga, donde es un plato típico en los días de verano. De origen humilde, como la mayor parte de las recetas tradicionales de nuestro país, esta sopa se caracteriza por utilizar un ingrediente que no se usa en otras: la almendra.
Lo que sí que comparte con el salmorejo y el gazpacho es el uso del aceite y del pan, dos ingredientes que no faltan en ninguna casa y que por eso son la base de muchas recetas tradicionales españolas. El origen se encuentra en Andalucía, pero lo que no está tan claro es el momento histórico en el que surgió la receta, Hay quien dice que se remonta a la época romana y, otros, a la época helénica. Lo que está claro es que ha sobrevivido hasta nuestros días y podemos seguir disfrutándola.
El Ajo Blanco es una sopa fría típica de Andalucía que os encantará a todos los amantes de las sopas frías en verano. Con un toque dulce irresistible, ¡no podéis perderos esta deliciosa receta!
Seguro que muchos de vosotros no os habéis animado a hacerlo en casa. ¡Pues ha llegado el momento! Es una receta muy sencilla y que podréis disfrutar en los calurosos días de verano... o en cualquier momento del año. ¡Nunca es una mala opción para probar este delicioso Ajo Blanco! ¡Espero que os animéis a hacerla! ¡Os va a encantar!
AJO BLANCO
Dificultad: Fácil
Horneado: Sin horno
Tiempo: 10 mins (aprox)
Temporada: Verano
Raciones: 4 personas
Etiquetas: Aperitivo, Primero
Trotamundos: Europa
INGREDIENTES
Para la sopa
120 gr de almendras crudas
200 gr de pan del día anterior
120 ml de aceite de oliva virgen extra
600 ml de agua fría
Dos cucharadas de vinagre
Un diente de ajo
Una pizca de sal
Para acompañar
Taquitos de jamón serrano (opcional)
Granos de uva blanca (opcional)
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
CÓMO SE HACE
- Comenzamos remojando la miga de pan, partida en trozos, en el agua fría durante unos minutos. Debe empapar bien.
- En una batidora de vaso (también se puede hacer con una batidora manual), ponemos la miga remojada, la misma agua, la almendra, el diente de ajo, la sal y el vinagre. Trituramos hasta que quede bien fino.
- Seguimos con la batidora en marcha y vamos echando el aceite de oliva poco a poco, emulsionando bien, a modo de hilito. Batimos hasta que quede homogéneo.
- Metemos en la nevera al menos cuatro horas. Debemos servirlo bien frío.
- Servimos en frío con un chorrito de aceite y unos taquitos de jamón. Los que prefiráis un toque más dulce, podéis optar por unos granos de uva blanca o incluso bolitas de melón.
¡A disfrutar!