Se había decidido enviar a un mono y a un político a la luna. Sus instrucciones acerca de lo que hacer después del alunizaje estaban precintadas en unos bolsillos de su traje.
En cuanto se posaron en el paisaje lunar, el mono abrió sus instrucciones.
Decian:
- Comprueba todo los depósitos de combustible.
- Comprueba el ordenador y reprográmalo.
- Toma muestras de rocas, arena y aire.
- Comprueba los niveles de oxígeno y la densidad.
- Inspeccionas si se han producido daños en los mecanismos de aterrizaje.
- Inspecciona los estabilizadores y los mecanismos antigravedad.
- Después, envia un mensaje de radio a laTierra informando de tu posición.
Entonces el político abrió sus instrucciones precintadas.
Decian con grandes letras: - ¡¡¡DA DE COMER AL MONO!!!