El Valencia, en su centenario, se hace con un título 11 años después al vencer al Barça gracias a los goles de Gameiro y Rodrigo
El valencianismo se merecía una alegría, después de años vagando por el desierto, por una tierra de nadie en la que hubo temporadas en las que el conjunto ché terminó por detrás del Villarreal en esa pugna por ser el primer equipo de la Comunidad Valenciana, este sábado, 11 años después, el Valencia puede levantar un trofeo, la Copa del Rey, en el año del centenario, qué más se puede pedir. Los valencianistas, felices, cierran una temporada redonda volviendo a Europa y haciéndose con el título.
El Barça salió al campo con el cuchillo entre los dientes y el Valencia, puede que por el calor o por los nervios de una final tanto tiempo después, tardó mucho en ponerse en situación. Los 20 primeros minutos de la final fueron de un dominio aplastante del Barcelona que retuvo tanto tiempo el balón que parecía estar jugando solo, la posesión se disparó para los de Valverde que llegaron a tener hasta el 93%, mientras el Valencia apenas podía salir de su área y mucho menos del centro del campo.
El minuto 21 pasará a la historia del Valencia porque un tiro de Gameiro, desde dentro del área, adelantó al conjunto ché que, a partir de ahí, fue a más y el Barcelona, en cambio y tras ese gol fue a menos hasta que en el minuto 33 Rodrigo apuntillaba a los de Valverde con un remate de cabeza que mandaba el balón al fondo de la portería de Cillesen y rompía por completo al Barcelona.
Parejo en el centro del campo se hizo imperial ganando todas las batallas y distribuyendo todo el fútbol del equipo mientras que el Barcelona, sin mediocampistas obligaba a Messi a bajar para recibir lo que reducía las posibilidades. Los últimos cinco minutos de partido volvieron a ser del Barça que buscó el gol sin éxito hasta que Undiano mandó a los dos equipos al vestuario.
La segunda parte fue otro cantar. Los cambios de Valverde surtieron el efecto deseado, Malcom y Vidal dieron más dominio del campo al Barça mientras que el Valencia volvía a diluirse como en el inicio del partido pero con la red del 0-2.
La lesión de Parejo, clave
Las llegadas blaugranas a la portería de Jaume eran constantes y, en una falta que tiró Parejo y se escurrió terminó por condenar al Valencia. El capitán se lesionaba del gemelo en ese disparo y tenía que ser sustituido por Kondogbia con lo que los de Marcelino notaron el cambio y perdieron el centro del campo y con ello casi el partido.
Malcom fue el más activo de la segunda parte y todas las jugadas peligrosas pasaron por sus botas, hasta que en un córner llegaba el gol del Messi. Un balón que dejaba muerto en el área pequeña Jaume, por el remate de Lenglet, lo aprovechó Leo Messi para hacer el tanto que daba esperanza a los de Valverde.
El Barça no paró de dominar durante toda la segunda parte a un Valencia que ya solo buscaba aguantar el resultado porque el ataque del Barcelona le empezó a desbordar tanto por las bandas como por el centro lo que obligó a Marcelino a meter más músculo en el centro con Diakhaby.
Los últimos cinco minutos de añadido los protagonizó Guedes, que falló un mano a mano contra Cillesen que terminó mandando el balón fuera y más tarde fallando un tiro desde el centro del campo sin portero.
Undiano pitaba el final del partido, y el final de su carrera, para que el Valencia, 11 años después pudiese levantar un nuevo título, en el año del centenario, un broche de oro para un conjunto que tras los altibajos de la temporada ha firmado un año de sobresaliente.
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