El conjunto ‘txuri-urdin’ no halla el camino de resolver el atasco propuesto por Francisco y firma unas tablas que no sirven de nada a ninguno.
Las matemáticas son, por ahora, el extremo al que se agarra con fuerza la Sociedad Deportiva Huesca. Las jornadas pasan, los fichajes nuevos llegan y la casa sigue sin barrer. El sueño de mantenerse en Primera División se sustenta gracias a la cantidad de puntos que quedan aún por jugar. Y son precisamente esos cálculos los que dicen que la permanencia se sitúa a día de hoy a tan solo nueve puntos. La distancia es grande pero no insalvable. Para eso, mucho ha de mejorar el equipo de Francisco, que en Anoeta consiguió dejar su portería a cero por primera vez en esta temporada pero sumó tan solo un único punto que no arregla nada tras empatar contra la Real Sociedad (0-0).
De nada le sirvió a la escuadra donostiarra su dominio desde la posesión del balón. Con un porcentaje superior al 70% durante buenas fases de la primera mitad, los de Imanol Alguacil dieron síntomas de tener problemas cuando les toca proponer y llevar el peso del partido. Su juego es parsimonioso, previsible, tiene poco ritmo y la fluidez deja mucho que desear. La lenta circulación no fue un argumento de peso para agilizar el atasco que propuso un Huesca que defendió con un sólido bloque, acumulando hombres por dentro y priorizando todos los esfuerzos en no cometer errores de bulto.
Todo lo que hizo el conjunto azulgrana en ataque estuvo siempre relacionado con Enric Gallego. Su reciente llegada a El Alcoraz no impide al de Bon Pastor convertirse en la absoluta referencia para su equipo, necesitado precisamente de ese elemento desatascador que desnivele los partidos. Su figura se antoja necesaria e imprescindible para que ‘Cucho’ Hernández luzca su mejor versión. El colombiano se beneficia de los rivales que atrae el exdelantero del Extremadura y puede explotar los espacios que quedan a su espalda. Suya fue una de las dos ocasiones con las que el conjunto aragonés puedo marcharse al descanso por delante en el marcador, aunque la más clara llegó procedente de las botas de un Yangel Herrera que hizo temblar la portería de Rulli estrellando su disparo contra la madera.
La salida de Adnan Januzaj en el segundo acto buscaba que la Real Sociedad desatascara el juego en la zona de tres cuartos de campo. El belga es un recurso por su habilidad, dotado de un regate capaz de desequilibrar. La apuesta de Alguacil encontró la inminente respuesta de Francisco, que reforzó con ayudas a Akapo para no depender de un uno para uno contra Januzaj y recurrió al músculo de Damián Musto para colocar más cemento por delante de la defensa.
El Huesca renunció a tener protagonismo y presencia en ataque en la recta final, concentrado toda la energía en ser fuertes en el aspecto defensivo. La misiva de Francisco pasaba por ser duros en los duelos individuales y alejar el balón de su campo a la mínima oportunidad. Con todo esto defendió un equipo oscense frente a una impotente Real Sociedad, que ni quiso ni pudo en ningún momento.
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Tema: Real Sociedad 0-0 Huesca: Empate a impotencia (Leído 164 veces)