Nº de Personas: 6
Ingredientes:
250 g de queso de cabra fresco
200 g de higos
250 g de higos secos
150 ml de nata
100 g de azúcar
2 limones
3 hojas de gelatina
4 rebanadas de pan integral sin corteza
sal
pimienta
ramitas de romero
Preparación:
El día anterior, en una cazuela, llevar a ebullición 400 ml de agua con el azúcar y el zumo de limón. Bajar el fuego al mínimo y cocer 5 min más. Retirar del fuego, sumergir los higos secos y reservar, con la cazuela tapada, hasta el día siguiente.
Meter un cuenco grande en el congelador.
Poner la gelatina en remojo en agua fría. Desmenuzar el queso y echarlo en una cazuela con la nata y una ramita de romero. Sazonar con sal y pimienta recién molida, mezclar y calentar hasta obtener una crema homogénea. Retirar el romero, incorporar las hojas de gelatina escurridas y remover hasta que se diluyan.
Sacar el cuenco del congelador, echar la crema y batir con varillas de mano.
Escurrir los higos reservando el almíbar.
Tapizar con papel film un molde rectangular y colocar en el fondo una capa de rebanadas de pan. Repartir por encima un tercio de la crema de queso y los higos escurridos, reservando unos pocos para la presentación final. Cubrir con otro tercio de crema de queso y una capa de pan y extender sobre esta el resto de la crema alisando con una espátula.
Meter al frigorífico al menos durante 3 horas.
Cortar los higos frescos en cuartos y calentarlos al fuego en el almíbar previamente reservado.
Presentación:
Sacar el molde de la nevera, desmoldar con la ayuda del papel film y retirar éste.
Coronar con los cuartos de higo fresco en almíbar, acompañar con los higos escurridos reservados y decorar con unas ramitas de romero.
Dibujar unas líneas de almíbar en los platos y servir inmediatamente.