4 per. 20 min.
200 g de setas variadas congeladas
200 ml de caldo vegetal
150 ml de nata para cocinar
Sal
Pimienta
10 g de trufa negra
Descongela las setas en la parte menos fría de la nevera, sobre una rejilla para recoger el jugo que sueltan. Vierte el caldo en una cazuela grande y ponlo al fuego. Llévalo a ebullición y añade las setas junto con el jugo que han soltado. Deja cocer todo junto unos minutos hasta que vuelva a hervir.
Salpimienta las setas entonces e incorpora la mitad de la trufa. Remueve durante unos instantes, retira y dispón la mezcla en el vaso de la batidora. Tritúrala hasta obtener una preparación lisa y homogénea. Agrega la mitad de la nata, mezcla bien, vierte la crema en la cazuela y caliéntala.
Reparte la crema en vasitos, mejor de cristal, y sírvela enseguida, caliente, decorada con el resto de la nata y con la trufa restante rallada.
El truco: puedes utilizar setas en conserva. Escúrrelas bien y añade más caldo vegetal.